Desde esa noche, me imaginé nuestro encuentro, por las noches rodaba por la cama porque no podía dormir, así que en mi mente creaba varios escenarios de como podría ser el día en el que ella al fin me llamara. Imaginé que podría decirme que no me había llamado porque quizás se le había averiado el teléfono y no tenía computadora para enviar un correo y que mi oficina le quedaba demasiado lejos como para tomar un autobús hacia mi empresa. Y que solo por eso no había podido comunicarse conmigo para decirme que lo que había pensado entre nosotros no había sido una noche más al azar en su vida. Que por una extraña razón yo había sido especial para ella y que no podía olvidarse de esa forma en la que los dos conectamos. También imaginé que quizás nos podríamos encontrar en la calle mientras yo daba mi paseo matutino por el Grand Park. Los dos nos sentiríamos felices por volvernos a ver y justo después de eso yo la invitaría a desayunar algo rico en alguna cafetería cercana. Hablaríamos de l
—¿Has venido a burlarte de mí, Maximiliam?— dice apretando sus manos delicadas en puños al costado de su cuerpo, cada palabra de su boca sale llena de rabia, definitivamente este no es el reencuentro que esperaba para ambos, esperaba algo más indo, quizás más íntimo, pero ahora mismo estoy tan enojado con ella. Me siento ofendido, poco atractivo y definitivamente con el orgullo y el ego herido.— Si ese es el caso, te ruego que mejor salgas de mi habitación, no vale la pena escuchar lo que tengas que decir, tampoco quiero que alguien nos vea y malinterprete las cosas.—¿Malinterpretar? No hay nada de malo, puedo decir que te vi y quería saludar más íntimamente.— No estoy pensando en nada de lo que estoy diciendo, simplemente las palabras salen de mi boca como vomito incontrolable, como ese que les da a los ebrios después de beber. Imprimo en la palabra "íntimamente" un tono sarcástico y muy burlo, pero a la vez uso mi voz más sensual, ella se pone visiblemente más nerviosa, no, no más
No, no voy a poder hacer esto, no voy a aguantar ni un solo día en esta casa si esa mujer esta bajo el mismo techo que yo. ¿No puede pagarse un hotel y dormir ahí? Lejos de mí, ¿a caso no tiene familia o una casa aquí? Este es su lugar, debería de tener otra amiga a parte de mi futura esposa. No la quiero aquí y la respuesta a mi petición es que no podré aguantar estar en el mismo lugar que ella, no cuando el corazón me tiebla y me robota en el pecho al verla, eso sentí cuando la vi ahí, de pie en medio de la familia de Hannah y mis hermanos. Casi tiro las flores al suelo, me quedé anonadado, casi me desmayo también. Necesito matenerme lejos de ella o el que va a perderlo todo seré yo, perderé la cordura y la poca razón que me queda. Esa mujer tiene el poder de hacerme sentir las emociones tan al extremo, detesto como me hace sentir y no, no me da miedo que diga algo, solo quise ser hiriente con ella. Por que ella daño mi ego, sentía que debía de hacer lo mismo con el de ella. Me ar
Miro a mis padres salir del auto... verlos aquí solo me dice una cosa, todo esto es en serio, no es un juego eso de que en unas semanas me estaré casando con la hija de los Parker. No puedo echarme para atrás, ni siquiera podría decir la verdadera razón por la cual no quiero hacerlo, pero es que... la forma en la que los señores Parker han estado hablando de Maxine me ha dicho solo una cosa, ellos realmente la quieren y ni se diga Hannah, creo que se quieren como hermanas. Yo no quiero ni puedo destruir una amistad de esa forma, nadie puede saber que me acosté con Maxine aún y cuando Hannah y yo aún no nos conocíamos. Que Juliette hablara sobre la tarta de zarzamora me hizo sentir lástima por Maxine, al parecer siempre fue una niña solitaria y Juliette la acogió, eso suena a que era una niña muy linda, por eso es que no pide resistirme a externar un lindo comentario después de la anécdota de la tarta.—Madre— recibo a mi madre con un beso en la mejilla al igual que un abrazo. —Padre
Todos están riéndose, todos están platicando y yo, yo estoy en una esquina alejados de ellos, pues en mi cuerpo hay una sensación de abandono. Siento que algo el falta, siento que he dejado algo y que debo de volver por ese objeto, porque puede perderse. Mamá habla animadamente con Hannah, parece que de llevan bien... la actitud que tomó con Maxine me ha roto el corazón, pero no puedo hacer nada por ella, al menos no sin que se den cuenta de que nos conocemos, incluso antes de llegar a este pequeño lugar, su lugar. Sigo enojado, pero al menos me arrepiento por haberle dicho cosas tan duras.—Deberíamos de irnos a dormir —comenta mamá, sonrío incrédulo, ha empezado a ordenar cuando ni siquiera es su casa, sin embargo, no estoy en desacuerdo con ella, yo también quiero entrar a la casa, necesito saber si ella está bien.Mamá decidió que debíamos de tomar aire fresco justo cuando Maxine se levantó por su maldita taza de café. No puedo entender porque en tan solo un día puede desaprobar a
Ella baja la guardia y movido por mis instintos, la beso, reclamo sus labios en un beso íntimo y muy pasional. Maxine se resiste, pero yo con más fuerza me entrego a ella con el beso, quiero que sienta mi necesidad por ella y el deseo que he estado guardando por horas desde que la vi hoy, quiero que se de cuanta de que esto que siento es más fuerte que mi cordura. Empuja mis hombros, al parecer no le quiere cerca, pero yo la acerco más a mí. —No me obligues a alejarme, yo sé que tú también quieres esto— comento con voz ronca, me acerco más a ella y no respinga, ni se niega, está tan nerviosa que no sabe hacer así que la tomo y la empujo hacia la pared, donde la acorralo.—¿También deseas esto, verdad, Maxine?— le busco los ojos, necesito saber su repuesta, ella se queda en shock, sus ojos conectan con los míos. Ella guarda silencio, pero hay una chispa en sus ojos que me dejan en claro su respuesta. También quiere esto, asi que sin miedo repaso su cuerpo con mis manos, recorro sus c
—Fue un error— mis propias palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez, me atormentan y no me dejan ni respirar. Parece que hago de todo para ser un hijo de puta frente a Maxine, me comporto como lo que todas la mujeres odian, un hombre que le gusta jugar y ser un desgraciado con ellas. Yo no quiero ser así, mamá me ha educado como un caballero, ella no espera eso de su hijo y no es que me importe mucho, pero ella me repetía cuando era niño que a las mujeres se les trata bonito. Se les quiere sobre todo y se le respeta. Siento que haber salido de es habitación fue lo peor que pude haber hecho, esta noche era la oportunidad perfecta para remediar las cosas con ella. Esta noche era la ocasión de hacer las cosas bien, pero tampoco hay tantas alternativas, no podía quedarme más tiempo ahí, con ella. Era un peligro enorme, si alguien se entera... que Dios me ayude y es que por mí no hay problema. No me da miedo, de mi lado no hay nada que perder, pero Maxine ella es la que me importa
Es de noche y no he visto en todo el día la pequeña silueta de Maxine ni por error, ella está escondida en su habitación, se esconde de mí, eso está claro, pero duele saber que soy el causante de su incomodidad cuando lo único que quiero causarle es todo lo contrario. Ruedo en la cama, no puedo dormir, mi segundo día aquí y no puedo domir, a este paso el día de la boda me veré diez años mayor o quizás más. Las sábanas de repente me molestan mas, me pican y parecen más pesadas, siento que cada una pesa cinco kilos. Estoy incómodo en esta cama, quiero salir de las cobijas y lo hago, salto de la cama y voy directo al balcón. El de esta habitación da hacia la ciudad, es pequeña, pero acogedora, los focos de la grandes ciudades se pueden ver desde aquí, son pequeños puntos, como pequeñas estrellas tintiniantes, pero lindas, no estan en el cielo, están de frente. Parece que se mueven, pero es por la distancia. Más cerca, también se ven los focos encendidos de la ciudad, son los del alumbra