HANNAH Mantengo mi vista en la revista de novias que mamá me obsequió. Fue un regalo totalmente innecesario, me gustaría pensar en cosas fuera de la grandiosa boda. Quiero tener la mente despejada y por un momento olvidar que debo de preocuparme por una boda que básicamente mi madre esta organizando. Respiro hondo y paso a la siguiente pagina de la revista. En esta página hay dos chicas modelando dos diferentes estilos, siento que podríamos ser Maxine y yo. Ojalá que después de mi boda, la siguiente en casarse sea ella, aunque dudo que ese sea su plan. Ella tiene un sueño y tal vez una boda la detenga un poco. A Maxine me la imagino siendo una famosa actriz, pero no me la imagino siendo una madre dedicada al hogar. Ella tiene muy claros sus metas, por eso es que la admiro... si ella estuviera en mi lugar, no estaría a punto de casarse. Ella tiene el temperamento necesario para decir no. Por eso es que no quiero que sepa que realmente me estoy casando con Max por que gracias a su din
—No te preocupes, tal vez venga a ma boda. Puedes conocerla cuando ambos estén aquí. —Respondo absorta a la conversación, pues frente a mí esta un pequeño regalo que Leo me dio hace meses y que por una extraña razón no quise abrir. Es una pequeña caja de al menos cinco centímetros por lado. No qusie abrirlo porque algo me decía que podría ser un anillo o algo por el estilo y eso me dio miedo. Ahora mismo tengo la curiosidad de saber que es lo que hay adentro. Antes lo valoraba los detalles que recibía de ese hombre y hoy extraño hasta su aliento. Echo de menos sus manos sobre mi piel y sus besos, pero también extraño la forma tan única en la que me hacia sentir.Si debo de definir lo que siento por Leo y por Max, las cosas son demasiado claras. Por Leo siento amor, ese amor sincero que se dio con el tiempo adecuado y sin ganas de ser más que solo amisgos, por eso es que es tan especial. Me gusta la idea de que ambos nos enamoramos despacio y sin ningún tipo de prisas... solo sucedió d
HANNAHCorro escaleras a bajo, hoy el día ha empezado bien. Fue la segunda revisión de rutina de papá y todo indica que su corazón está bien. No sabía que esa notocia me pondría tan frenética y feliz, estoy contenta de saber que esta bien. Una cosa menos a la lista de mis problemas, ahora puedo ponerme a pensar en como hacer que Maxine venga a la boda. Puedo rogarle todo lo que ella quiere. Haré lo que tenga que hacer con tal de que venga a Tehachapi y sea mi dama de honor. A pesar de que la boda no es algo que quiero, si quiero que sea inolvidable... después no creo casarme de nuevo, así que debo de aprovechar la oportunidad. Como parte de mi búsqueda por tranquilidad, he estado haciendo yoga. Corro a la cocina vestida con un top y unos pantalones cómodos por una manzana. Estoy hambrienta, pero todavía no es la hora de comer... e Irina debe de estar ocupada con otras cosas. Trago saliva con dificultad al darme cuenta de que si no hubiera acepatado la boda o si Max se hubiera negado,
HANNAHMi madre baja de su auto como si nada, trae una bolsa blanca o más bien color hueso con una etiqueta y dice “novias”. Suspiro hondo, porque se hacía donde irá la conversación, debió de ir con la que está planeando la boda. Pareciera que es mi madre la que se va a casa por segunda vez y en serio me gustaría que así fuera y que mi nombre no estuviera por aparecer en todas las invitaciones que se han mandado a hacer en la imprenta. No quiero leer una Hannah y Maximiliam, no quiero leer algo como “nos complace, invitarte a la celebración de nuestra boda” "el día en el que uniremos nuestras almas en una sola, ha llegado, te invitamos a celebrar nuestra boda, no faltes” o algo por el estilo. Mi madre es quien se está encargando de eso y más, tanto de las invitaciones hasta del color de los manteles que cubrirán las mesas. Aunque creo que mama dijo que le gusto la idea de solo usar una mesa larga en donde todos los invitados se sienten, incluyendo a los novios. No sé de donde saco esa
HANNAHTener a Maximiliam y a sus hermanos en casa me tiene tan agotada... esperaba que las osas fueran más fáciles y más porque Maxine también está aquí. A penas y hemos hablado desde que llego, y si hablamos es de mi prometedor esposo. Debo de fingir que me gusta y que ambos estamos muy enamorados, qué farsa y que cansado es actuar como si conociera a Max desde hace años. Al único que conozco desde hace años es a Leo y no es con el con quien me voy a casar. La boda es… un lío, ya estamos a nada de que sea… Y yo ya estoy resignándome a que pase. Leo y yo ya no vamos a ser nada, pero a ninguno de los dos nos queda claro. Ambos no estamos resistiendo a soltarnos, cosa que nos hace mucho daño. Ayer cuando Leo y yo nos vimos sentí que lo necesitaba… esos besos que nos dimos a escondidas de todos y en especial de Maxine se sintieron frenéticos. Fue una buena excusa lo del vestido para poder salir de esta casa que ahora ya no se siente como mía, sino que está invadida por los Watkins. No e
Volviendo al tiempo actual...HANNAHHan pasado dos semanas desde que todo colapsó, desde que supe que mi mejor amiga me había ocultado su secreto que haberse acostado con el que será mi esposo. También han pasado dos semanas desde que Maxine se fue de casa después de que estuvo hospitalizada por lo que pasó con su bebé, bueno, con el bebé de Max y de ella porque a pesar de que la traición ha sido solo de ella hacia mí, los dos tienen la culpa. Me duele tanto saber que me oculto tantas cosas que merecía saber. Ella era mi mejor amiga, la única que tenía... y decidió arruinarlo todo por un hombre. No amo a Max, no es eso lo que me duele, lo que me duele es que ella fue capaz de acostarse con él en mi propia casa y aún cuando sabía que me voy a casar con él. Es obvio que Max y yo no somos una pareja normal que se ama y que tuvo una fase de novios como cualquier otra ni tampoco somos amigos, pero ante los demás lo somos. Aunque intento perdonarla no puedo hacerlo porque ella no sabía la
HANNAH El malestar de mi estómago persiste y se hace más intenso con cada cosa que como. No voy a decírselo a nadie porque no quiero añadirle un probelma más a mi pobre madre. Solo veo como sube y baja, va de un lado a otro con el tema de la boda mientras que yo estoy en un estado de máxima relajación que no me corrresponde, pero no estoy tan nerviosa como mamá. Sigo creyendo que la que se va a casar es ella y no yo, ni siquiera Natalia esta como mi madre. Ella apenas y me habla y cuando lo hace finge que le caigo bien, creo que no le gustó que le gritara a ella a y hijo, pero me importa poco. Cuando estoy enojada los estribos se me van, simplemente pierdo la cordura y me da igual que pase. Yo estoy terriblemente enojada. Con ambos y con la familia de Max, porque Natalia parece ser la típica mujer que ayuda a sus hijos con ese tipo de cosas. Yo no quiero una suegra de esa calaña, pero al final la vly a tener que soportar. Si de por sí la sola idea de tenerla cerca me daba miedo, ahor
HANNAHComo una loca, busco algún lugar libre en donde dejar el automóvil. La idea que ha cruzado por mi cabeza me ha descolocado al grado de sentir que estoy hiperventilando de los nervios. Mis manos rodean el volante con una fuerza desconocida y mis palmas están sudando más de lo normal. Sí, estoy nerviosa y siento que si no me calmo voy a chocar contra un poste, un árbol o con otro coche en cualquier momento. A lo lejor veo un espacio vacío, conduzco hasta ese sitio y aparco con una facilidad que me soprende, siempre tardo por lo menos quince minutos en lograr aparcar sin que quede mal estacionada, hoy fue la excepción. Tomo el bolso y bajo del auto esperando que a mi paso haya una farmacia. Antes de llegar al Spa, me gustaría quitarme esa idea loca de la cabeza, porque algo me dice que debe de ser imposible... siempre hemos sido cuidadosos y el último mes no hemos estado juntos, no me ha tocado y probablemente ya no lo vuelva a hacer, porque se ha ido. Él me ha dicho que no me qu