Hannah. Lloro, he llorado todo el tiempo desde que me supe que Maxine me había traicionado... me ha dolido el corazón, me he sentido como una tonta... una estúpida por ser tan buena con ella por años. Siempre 3estuve ahí cuando ella me necesitaba, nunca me importó si ella estaba lejos de mí, yo buscaba la forma de no dejarla sola porque si yo la ayudaba, yo me ayudaba a mí también. Yo, yo la quería como una hermana porque para mí así lo era... No puedo recordar algún cumpleaños en el que ella noe estuviera, al menos no de aquellos cuando éramos dos niñas risueñas que se querían. Toda mi familia oa la recibió con los brazos abiertos, siempre fue así, pero ella tomó todo eso y lo desechó a la basura sin importarle nada. Maxine es mala, mala amiga y una mala persona, quizás su traición no me dolería tanto si ella hubiera sido un poco más sincera conmigo. Puede que no ame a Maximiliam, porque no lo hago, su presencia en mi vida es irrelevante, pero la de ella es importante. No quiero a
—Hannah, me llamasta ayer en la noche... eres tú la que me ha buscado, ahora ten la maldita decencia de decirme para qué lo has hecho— comenta al otro lado de la línea muy, pero muy molesto.—Leo, yo... quiero verte. —No tengo tiempo,— miente, sé que Leo tiene tiempo y que si no lo tiene no se negaría nunca a buscar un espacio para mí.—Por favor... solo un momento, Leo, te suplico que nos veamos, es por los viejos tiempos— lo intento convencer, pero solo obtengo un suspiro por parte de él. —Quiero contarte algo, Leo, es muy importante, necesito a alguien a quien contarle toda la mierda que me esta pasando con Maximiliam y con Maxine. —¿Y qué tengo que ver yo, Hannah? Dime por qué eres así, eres grosera conmigo... casi todo el tiempo y ahora quieres que sea tu amigo para consolarte. Creo que eres muy injusta, eres mala Hannah, por eso no quiero verte— se le rompe la voz un poco— es mejor que nos alejemos definitivamente, ya dejemos esto por la paz.—¿De qué hablas, Leo? No quiero ha
Lleno mi pecho de aire, me estoy quedando sin él y estoy a nada de convertir esto en una ida al hospital, pues siento que en cualquier momento me puedo desmayar o peor, puedo tener un ataque de ansiedad. —Leo, estas siendo bastante grosero conmigo. —Le recuerdo, por si de casualidad no se había dado cuenta de lo grotesco que están siendo cada una de sus palabras hacia mí. —Tú desde siempre has sido mala conmigo, Hannah y aun así siempre he estado. Y no, no se trata de devolverte lo que me has hecho, sino que estoy cansado de ser el bueno aquí, no es malo optar tu actitud también. —Cruza los brazos en su pecho satisfecho de lo que ha dicho, además de eso, eleva la barbilla muy ,pero nuy orgulloso.—Leo, te estas pasando conmigo —la voz me tiembla por el dolor que estoy sintiendo. Me duele escucharlo, me duele sentir que me odia.—¿Por qué cuando también te dije algo así no me hiciste caso?— trago saliva, esa acusación es muy... dura, me duele. Mira hacia atrás y me toma del antebrazo
Regreso a casa con el corazón roto y muy adolorido. Me duele saber que mi mejor amigo me odia y que no quiere saber nada de mí, pero lo que más me duele es que ahora solo soy yo y que esos tres amigos que en algún momento jugueteaban en esta enorme casa. Aquí jugabamos, pasamos los días corriendo y gritando cosas sin sentido, pero éramos felices y éramos amigos, que es lo que importa. Ahora estoy en el jardín, el lugar donde casi siempre estabamos, estoy aquí sintiéndome la mujer más sola del mundo. Soy una mujer que en unas semanas estará casándose con el hombre que la engañó con su mejor amiga por días enteros, con ese hombre se casará.Trago saliva al ver entrar a mi mamá, ella no sabe nada, ni siquiera lo de Maxine y no puede saberlo.— Hija— me mira con ojos llenos de amor, amor desbordante, eso es lo único que necesito ahora mismo, amor de madre. ¿Pero cómo le digo a mi madre que tengo el corazón roto? Sé que ella me daría amor, me daría consolación, pero no quiro que sepa el mo
La cena transcurre de una manera extraña, pues todos estamos tensos, peromi madre y mi padre no notan nada. Ellos están absortos a lo que todos sabemos y sentimos. Maximiliam mantiene la mirada en su plato, Natalia no está intentando dar ordenes, Sebastian está distraído y los chicos están simplemente comiendo sin hacer bromas o algo parecido. Todos estamos sumidos en algo llamado, tenemos vergüenza de lo que está pasando, pero no vamos a decir nada porque es un maldito secreto.—Natalia— empieza a decir mi mamá. —¿Ya le enviaste las invitaciones a tus familiares y amigos?— toda la atención se va hacia mi madre, pues a todos nos sorprende que hable. —Ya...— algo me dice que no es verdad, yo tampoco quiero 3enviarlas, no quiero la boda.— He tenido un poco de problemas, pero...— suspira— las empezaré a enviar en unos días. —Hay que darnos prisa, la boda ya se aproxima y no sería bueno que nos estresemos por que las cosas no estan listas.— La única feliz por la boda, al parecer, es mi
MaxineMantengo mis manos en la orilla de la tina, llevo veinte minutos dentro de agua y no quiero salir. Quiero quedarme aquí y ahogarme, creo que es mejor ahogarme y morir que seguir viviendo esta mierda que resulta demasiado difícil para mí. Me siento vacía, me siento sola y lo peor es que no sé como dejar de sentirme como la mujer más sola y abandonada del mundo. Ayer soñé con Hannah y por supuesto que también con Max, ellos dos ahora son uno solo. Si hablamos con Hannah, hablamos con Max, son una unión. Soñé con algo que rasgue con mis dedos, pero al final no toqué, con el hecho de tener un bebé. El sueño se desenvolvía de una forma natural, me sentía extraña. Me sentía como una desconocida que conocía muy bien a las personas que tenía en frente. Mi abuela, una hermana que no tengo y mi abuelo (que no conozco) eran mis acompañantes. Los cuatro paseabamos por un lugar al que nunca fui con Max, ni con nadie, ni siquiera estoy segura si ese sitio existe en realidad. Manteníamos una
HannahMatengo mi vista en el techo del baño, estoy en la bañera descansando de un día terrible. Hoy no fue el peor día de mi vida y lo sé porque he perdido a Leo, sé que tal vez no completamente, pero se siente como si de verdad nunca más me fuera a dirigir la palabra. Hay cosas que no puedo controlar y esas cosas son las acciones de las personas, de hecho, tampoco puero controlar las mías, a veces y el calor ejemplo es lo que dije hace unas horas. Me arrepiento tanto de haberlo dicho, me arrepiento de haber cruzado esa raya y haber sido tan idiota, pero es que fue algo que ni siquiera pensé, no lo pensé y lo solté, lo dije. Sinceramente, me siento como una mierda por haber dicho tales cosas, no me alegro para nada lo que le paso a Maxine. Debe de estar destrozada por haber perdido a ese bebé que al final no tenía la culpa de los errores de sus padres, no debería de ser tan injusta con él. Él solo fue el producto de una mentira, pero ese bebé no buscaba ser concebido de esa forma, ta
HANNAH Semanas antes de que viajara a Los Ángeles para conocer a Max...Siento una ligera caricia en lo bajo de mi espalda, es el dedo del hombre que amo tocandome suavemente después de haberme tomado hace unos minutos. Después del sexo, las caricias y lis besos que Leo me da son lo que más me gusta, me hace sentir como la mujer más querida y afortunada del mundo. Estoy feliz de saber que por fin he encontrado el amor en alguie como Leo, es atento, caballeroso y muy, pero muy guapo. Tiene la barbilla definida, es considerablemente alto y es delgado, pero no escuálido. Es inteligente, estudio matemáticas y ahora mismo es maestro en una secundaria de Tehachapi. A pesar de sus notorios atributos, nunca pensé enamorarme de él, pues Leo ha sido mi mejor amigo desde hace muchísimos años... desde que ambos y junto con Maxine íbamos al colegio. Éramos un trío, pero cuando Maxine se marchó hace unos años a estudiar a Los Ángeles, Leo y yo nos hicimos mucho más unidos. La amistad de Leo y m