Harry Chrysler.Nos encontramos en mi hogar, con las risas de los niños llenando cada rincón. Oscar, mi mejor amigo desde la infancia, está aquí con su esposa Marina y su pequeño Matt. Desde que llegaron, Damon y Matt se han vuelto inseparables, como si se conocieran de toda la vida. Es increíble ver cómo se divierten juntos.Aunque la atmósfera es alegre, no puedo evitar que mi mente divague hacia mis propios desafíos como padre. Ser padre de Damon ha sido una montaña rusa emocional. En los momentos más difíciles, he sentido que no estaba a la altura, que no podía ser el padre que él necesitaba. Me he preguntado si me odia por todo lo que ha pasado, por las veces que no estuve allí cuando más me necesitaba.Desearía poder retroceder en el tiempo y estar con él desde el momento en que nació, ser el padre que siempre quiso tener. Pero sé que no puedo cambiar el pasado, solo puedo esforzarme por ser mejor cada día, por estar ahí para él ahora y en el futuro. Quizás, con el tiempo, pueda
Harry Chrysler.— ¿Le dirás a mami o a papi Raúl que me peleé con Maxon?— Me pregunta Damon mientras conduzco rumbo al departamento de Alicia.— Tú eres un niño inteligente y puedes entender que yo soy tu padre. Haría lo que sea por ti y por tu mami. Los amo a los dos. Sé que prefieres a Raúl y te está costando mucho trabajo convivir conmigo, pero solo te pido una oportunidad, Damon.— Repliqué centrando mi mirada en él.Debo admitir que Raúl ha hecho un buen trabajo con él. Es un niño amoroso, respetuoso y con un gran corazón; sin embargo, no deja de ser un niño y entendí que no puedo hacer que olvidé a Raúl, debo ganarme un lugar en su corazón.— No quiero que mamá se enoje contigo, pero Maxon siempre me molesta y no sé qué hacer.— Confiesa mi hijo.— Papi Raúl me regaña cuando peleó.— La violencia no es la solución, pero hay situaciones en las que se requiere mano dura, enano. Tú eres mi hijo, eres un Chrysler, eres Damon Chrysler, y nadie nunca debe pasarnos por encima. — Expliqué
Alicia Montero.Después de una larga conversación con Damon, finalmente me confesó lo que había sucedido entre él, Maxon y Nicolás. Sentado frente a mí, su rostro mostraba una mezcla de nerviosismo y alivio al sacar ese peso de encima. Sus palabras fluían con cautela, como si temiera mi reacción. Pero en lugar de enojarme, sentí comprensión. Sé lo mucho que Maxon puede provocar a cualquiera, especialmente a Damon, y aunque la violencia no es la solución, entendí la situación. Observé a mi pequeño bebé, con sus ojos llenos de preocupación, y le aseguré que siempre estaré ahí para él, sin importar qué.Después de su confesión, me acerqué a Damon y lo abracé con ternura, sintiendo su cuerpo tenso relajarse poco a poco. Le aseguré que estaba orgullosa de él por ser sincero y que siempre estaría ahí para apoyarlo, incluso en los momentos difíciles. Mientras hablábamos, pude ver cómo un peso se levantaba de sus hombros, y una sonrisa tímida apareció en su rostro. —Mi amor, quiero que siempr
El cumpleaños no tardó en cancelarse, y con Damon a mi lado, nos dirigimos hacia casa. Raúl se veía visiblemente afectado por lo sucedido, y aunque una parte de mí quería consolarlo, sabía que era mejor mantener las distancias. No quería que confundiera mi compasión con algo más, no deseaba volver a cometer el error de ilusionarlo con algo que nunca podrá suceder. Por mucho que me duela verlo así, sé que no puedo corresponder sus sentimientos de la manera que él espera.Le expliqué a Damon que hubo un problema con los papás de Ben y por eso se canceló el cumpleaños. Él lo tomó con normalidad y subió a su habitación. Sin embargo, no tardaron en tocar el timbre y yo abrí, encontrándome con Harry. Había olvidado por completo que el domingo era su día para cuidar a Damon...Los fines de semana son de él una vez por medio y tres días a la semana. Dividimos muy bien los horarios.— ¿Qué te pasa? Te ves muy preocupada, Alicia. — Me pregunta Harry — Cometí una imprudencia y ahora el esposo d
Raúl Hoffmann Aún no puedo creer que esa miserable se haya atrevido a besarla. Me enfurece que ella no me dé una oportunidad a mí y, en cambio, le permita estar cerca de él.Odio cómo lo mira y cómo parece derretirse cuando está cerca. Odio que ella lo ame a él y, a pesar de todos mis esfuerzos, sé que nunca me amará como a él. No quiero que ese tipo esté cerca de ella ni de mi hija. La sola idea me llena de rabia y frustración, pero sé que debo controlar mis emociones por el bien de todos. Sin embargo, es difícil contener la ira que siento hacia él y hacia la situación en general.Desearía tenerla solo para mí, que ella me amara de la misma manera en que yo la amo a ella. Cada día, mi corazón se llena con su presencia, con su risa, con cada gesto amable que me brinda. Sueño con la idea de que podamos construir un futuro juntos, compartiendo cada momento, cada alegría y cada desafío. Pero, a pesar de todo mi anhelo y mi entrega, sé que es imposible. A veces, el destino juega sus cart
Me siento completamente desconcertada por la actitud de Raúl. Desde hace tiempo, hemos mantenido una relación de amistad sólida, basada en la confianza y el respeto mutuo. Sin embargo, últimamente, su comportamiento ha sido desconcertante y confuso para mí.Entiendo que esté molesto por la desaparición de Raquel. Es un momento difícil para todos nosotros, pero esperaba que Raúl mostrara algo de comprensión y empatía hacia mí. Sin embargo, parece que su frustración se ha dirigido hacia mí de una manera que no puedo entender.Quizás sea porque no quiero que se ilusione conmigo. Siempre hemos sido buenos amigos, pero nunca he insinuado nada más que eso. Y aunque me preocupa su bienestar y su estado emocional, no quiero enviarle señales confusas o falsas esperanzas.En cuanto a Harry ya estoy bastante acostumbrada a su toxicidad. Ese hombre debería ser apodado como Chernóbil.— ¿Qué haces aquí, Raúl?— Pregunté cuando él llego a mi departamento.— Necesitaba verte, Alicia. Hay algo importa
Harry Chrysler Cuando fui a recoger a Damon de su entrenamiento de fútbol, me di cuenta de inmediato de que algo andaba mal al ver el ceño fruncido de Alicia. Mientras Damon subía las escaleras hacia su departamento, pude sentir el ambiente tenso entre nosotros. Sus miradas fulminantes eran como dagas que perforaban mi conciencia. Siempre me ha sorprendido lo tierna que puede ser incluso cuando está enfadada.—¿Que ocurre, bonita?— Pregunté en un tono calmado.— Nicolás le ha dicho a Raúl que tú lavas dinero en la empresa.— Me confiesa y me eche a reír.— El perro de mi primo está enfadado porque yo lo estoy investigando y Raúl es un iluso. Bebé no creas todo lo que oyes, pensé que eras más inteligente.— Rodee los ojos.— Quise aclarar las cosas contigo y te fui a buscar a tu departamento, pero vi a Karina salir de allí.— Continúa Alicia.Mientras observaba a Alicia con sus cejas fruncidas y su mirada fulminante, no pude evitar sentir una mezcla de emociones. Por un lado, sabía que s
.La ambulancia número 205 irrumpió en la clínica Santa Cruz justo a las 16:00 horas, trayendo consigo a dos personas en estado crítico tras un vuelco de su camioneta. El bullicio y la urgencia en el ambiente eran palpables mientras los médicos y enfermeras se apresuraban a atender a los pacientes.Al revisar sus pertenencias, se identificó a los accidentados como Harry Chrysler y Alicia Montero. La gravedad de la situación se hizo evidente de inmediato, y se tomaron todas las medidas necesarias para comunicarse con sus familiares.Se logró contactar al hermano de Alicia y al padre de Harry, quienes llegaron rápidamente a la clínica, visiblemente angustiados, en busca de información sobre la condición de sus seres queridos. La tensión en la sala de espera era palpable mientras esperaban noticias sobre el estado de salud de Harry y Alicia.—¿Cómo está mi hijo?. —Pregunta Liam Chrysler a la enfermera en cuanto está se acerca a ellos —Ambos están en un estado crítico y por ello están sie