La cocina pronto se llenó también de un ambiente alegre, todos conversaban de lo que habían hecho durante el tiempo que estuvieron separados y de la terapia que Alexa estaba tomando para poder lidiar con la muerte de Lena. — No ha sido fácil pero al menos puedo decir que me encuentro trabajando en mi salud mental. Todo esto me ha hecho ver tantas cosas que ignoraba por completo y varias sesiones han puesto mis sentimientos a flor de piel. — Es entendible, por suerte estás superando todo esto — la señora Anette tomó la mano de Alexa — la niña está preciosa, verla es como una bocanada de aire fresco para mis pulmones. — Si, por suerte en este mes que lleva con nosotros no ha enfermado y se mira tan llena de vida que no pareciera que es primeriza y también que nació muerta. — Eso es lo bueno, me gustaría cambiar un poco el tema de conversación aunque no es algo que sea triste. Jesse me dijo que retomaron lo de su matrimonio y a su vez nos invitó a la ceremonia, les informo que vamos
Jesse sonrió ante los recuerdos de su infancia, ese brillo en sus ojos no pasó desapercibido para nadie y después de algunos minutos fue que regresó a la realidad. — Fue por Alexa, quizás no lo saben pero ella antes de tener el cuerpo que tiene hoy en día fue una niña rellenita preciosa. Sus mejillas parecían duraznos maduros y su sonrisa era capaz de iluminar el día más oscuro, bueno, algo que amaba era el pastel de chocolate que su madre hacía y me prometí algún día que iba a lograr preparar tal postre entonces por eso me especialicé en esto. — Pero que tierno — Alex se secó las lágrimas de forma dramática — ahora vuelvo a confirmar que Alexa tomó la decisión correcta al casarse contigo. Todos ellos se fueron a sus casas y cuando Jesse llegó miró que Alexa dormía en el sofá, él fue a dejar a su hija a la cuna ya que también estaba dormida y luego llegó donde su prometida. — Hola — ella despertó cuando Jesse la cargó — has venido tarde, te estuve esperando para servirte la cena p
Jesse me dio un beso entonces yo le correspondí. Ambos estábamos en la pista de baile y mientras bailábamos miraba la recepción — Todo es hermoso — le sonreí y mi brazo se apoyó en su hombro — te agradezco por haberme dado este regalo. — Perdón — ¿Por qué pides perdón? — Porque quiero darte algo más que está recepción, quisiera bajar las estrellas para regalarte una de ellas y que brille en tus noches más oscuras y en tus amaneceres. Tú me has dado tanto con tan poco que yo te di y siento que no merezco toda esta felicidad, pero al mismo tiempo soy incapaz de soltar tu mano, imaginarte al lado de alguien más me duele. — Ya tengo no solo una estrella sino dos, que me iluminan en mis noches más oscuras y en mis amaneceres. Tú fuiste mi luz en todo momento pero me encontraba ciega por cosas que no existían y no podía ver que la persona que realmente amaba se encontraba delante de mí, pero gracias al cobarde de Jacob pude darme cuenta de que no podía vivir sin ti, probablemente suen
Chase terminó huyendo de Alex, él generalmente era una persona tranquila pero cuando tomaba podía salir su lado más loco. La recepción llegó a su final, nosotros fuimos rumbo a la casa casi a las tres de la mañana ya que habíamos tomado la decisión de que no iríamos de luna de miel. — Madre mía — miré la casa vuelta un desastre — tenemos que arreglar todo esto mañana mismo, bueno ahora vamos a dormir que me siento exhausta. — Iré a acostar a Lena — Jesse cargaba a nuestra hija — te puedes ir adelantando, tenemos la casa sola para nosotros ya que la señora Roux y el señor Dubois decidieron dormir en casa de papá. Me fui a dormir y cuando miré que Jesse venía entrando fue que pude rendirme a los brazos de Morfeo. Me levanté con un poco de pereza y fui a ducharme, los anillos en mis dedos me mostraban la unión que había sido llevada ayer y cierta congoja entró al saber que ya todo llegó a su final, pero al mismo tiempo también existía cierto alivio ya que todo fue una completa locura
— Te amo Jesse. — Lo sé y yo también te amo, a ti y a nuestra hija que son mi mundo entero. Nos quitamos la poca ropa que nos quedaba debido a que nos estorbaba, yo abracé a Jesse y mis dedos se hundieron en su cabello. — ¿Estás lista? Le dije que sí y cuando finalmente llegamos adonde teníamos que llegar dos lágrimas aparecieron en el rabillo de mis ojos derramándose en mis mejillas. — Perdóname Ale, no quería causarte dolor y si deseas puedo detenerme en este momento. Tu bienestar se encuentra por encima de cualquier otra cosa. — No, no lo hagas — mi mano acarició su mejilla y lo bese — te amo y esta es una de las muchas formas que tengo de demostrarlo. Jesse beso mis ojos para retirar mis lágrimas y después bajó a mis labios.... En ningún momento lo dejé de abrazar.... Al finalizar me acurruque en su pecho y él me abrazo — Sé que ya lo he dicho antes pero nunca me cansaré de decirlo, te amo Alexa Harper De Lennox. Después de decir esto ambos nos dormimos y al día siguiente
La señora Roux nos llevó al jardín para tomar café, en el camino nos contaba la historia de su casa y me sorprendió a un punto bastante grande. El señor Lennox cargaba a su nieta que parecía disfrutar de su compañía y reía en los brazos de su abuelo. — Gracias por cuidar a Lena — le sonreí y miré a mi hija — cuando se cansé puede dármela, no quiero darle mucho trabajo con la niña. — Nunca me voy a cansar de esta preciosidad de niña, por cierto su cuarto se encuentra al lado del de ustedes y ya puse los monitores para que la escuchen en caso que llegue a llorar. Fuimos a acostar a Lena ya que tenía sueño, luego nos fuimos al jardín y tomamos café además de comer postre. — Quiero ir a la tumba de Lena hoy mismo si se puede, me gustaría ver la eterna morada de esta maravillosa mujer que le dió una segunda oportunidad no solo a mi esposo sino también a muchas otras personas que hoy en día viven tranquilamente. — Claro, si deseas podemos ir en este momento — la señora Roux me sonrió
La señora Roux nos dió todo un tour por el museo, varias personas la reconocían y le pedían una fotografía entonces gracias a este pequeño detalle nos demoramos mucho más tiempo. El señor Dubois nos llevó a un restaurante que nos daba una vista espectacular, él movió unas cuantas conexiones que hizo que fuéramos recibidos sin necesidad de reserva. — Bueno, ahora ustedes se encuentran en su ambiente — la señora Roux puso la servilleta de forma elegante en sus piernas — de gastronomía no sé mucho pero puedo asegurar que la comida aquí es deliciosa y verán que van a degustar platos tan exquisitos que pensarán que no es real. Nos atendieron muy bien en el restaurante y la comida me hacía voltear los ojos de tan deliciosa que estaba, no podía negar que la señora Roux tenía toda la razón. Muchas personas se nos acercaron y pidieron fotos, me sorprendió cuando alguien me reconoció por mis estrellas Michelín y me sume a la fotografía con las personas que tenían una sonrisa de felicidad muy
Jesse fue a vomitar al baño al pensar que había comido comida de gato con tajadas, sonreí en mis adentros y sabía que con eso iba a olvidar las ideas locas que tenía de tener otro hijo. Subí con tranquilidad a nuestra habitación y al verme desnuda simplemente apartó la mirada. — No quiero verte así, me van a dar ganas de hacer el sin respeto y sinceramente ahora besarte es algo que pensaré dos veces. No tenía idea que habías comido comida de gato. — Te recuerdo que antes de que supieras esto metiste tu lengua en mi boca y lo parecías disfrutar — miré su cara ponerse verde — deberías comer galletas saladas, eso es algo que me ayudaba mucho durante las náuseas que me daba tu hija. Jesse pasó vomitando por un buen rato y yo disfruté en la comodidad de mi cama una película de terror, aunque bueno, creo que esto no es nada comparado con lo que mi marido debe de estar pensando en estos momentos. — No puedo creer todo lo que vomité — Jesse se metió a la cama jadeando — me duele el estóma