Dante miraba a Carlotta como si fuera una belleza única, la sonreía, ella sólo correspondía con sonrisa vergonzosa. Ella admitía que el ruso era guapo y tenía una sonrisa muy bonita. Pero como Giovanni no había otro, para ella solo existía un hombre y se llamaba «Giovanni Ricci» aunque él rompiera su promesa, el corazón de Carlotta le pertenencia a Giovanni. —Soy nuevo en Italia y me gustaría que fuéramos amigos. —habló él con una sonrisa malévola.—Claro, no hay ningún problema. — respondió ella con voz dudosa. —Pero estoy embarazada.—No hay ningún problema, solo seremos amigos. — ella asintió complacida.—Bueno, pues me iré a cenar. —cambió de tema.—Adelante y buen provecho. — estrechó su mano para despedirse.—¡Gracias! — correspondió a la despedida.Dante se alejaba hacía su auto y Carlotta hacía el restaurante.—¡Carlotta! — la llamó, ella se giró y Dante se acercó a ella. —¿Me darías tu número?Ella no sabía que hacer, no se conocían para darle su número.—No te conozco, pero
Giovanni estaba en el hospital, en la sala de espera, quería ver de una vez a Carlotta. El médico se acercó a él y Giovanni se levantó para ponerse en frente de él.-—¿Cómo está? —preguntó, el médico estaba serio, no sabía cómo empezar para decirle.—Señor Ricci, su mujer no... No sobrevivió, en la noche tuvo un paro cardíaco y no pudimos hacer nada. — Giovanni estaba que no se lo esperaba, unas lágrimas cayeron por su mejilla, Mariano al ver a su hermano derrotado, corrió hacia él.—¿Que ha pasado? —preguntó Mariano.—Murió, Mariano. ¡Ella murió! ¡Murió junto a mi hijo! —gritó desesperado, Mariano le abrazó y Giovanni empezó a sollozar por la muerte de sus dos tesoros.—Lo siento muchísimo. —su hermano empezó a consolarlo, pero no era suficiente.Giovanni se apartó y miró al médico.—¿Puedo verla? —preguntó echándole una mirada al médico de advertencia.—Si, sígame. —Giovanni así lo hizo, siguió al doctor hasta donde se hallaba su bella Carlotta. El médico le hizo una seña con la ma
Giovanni junto a Carlotta en el desayunador del jardín, estaban desayunando, estaban ellos dos sólos disfrutando un poco del uno del otro. Carlotta comía sus tortitas gustosa, el embarazo la tenía con un apetito muy activo, lo bueno que no presentaba ningún síntoma de vómitos y náuseas, solo lo tuvo las primeras semanas y eso era una suerte bastante amena.Giovanni a su lado se tomaba el café cargado que tanto le gusta, esos días sin Carlotta no descansaba bien, ni comía bien. Pero ella quería que comiera, se sentía un poco culpable por el estado de Giovanni. Aunque tenía que preguntarle el porqué consumía y desde cuándo, ese detalle no lo sabía, aunque muchas cosas de él no sabía.—¿Estás disfrutando de tus tortitas?— preguntó él sacándola de sus pensamientos, ella lo miró y sonrió.—Sabes perfectamente bien, que amo las tortitas. —exclamó ella metiéndose una trozo en la boca.—Ya veo, aunque tenemos que hablar de algo. — dijo él, a lo que ella lo miró extrañada.—¿Sobre qué? —pregun
Cuando llegaron a la mansión, todo estaba apagado, no había nadie despierto, solo sus escoltas vigilando.Entraron a la casa y en silencio todos se fueron a su habitación, Giovanni acompañó a Mijail hasta la habitación que ocupará el tiempo que estuviera en Sicilia.Giovanni ya sabía que Carlotta estaba en la habitación, donde dormía cuando estuvo la primera vez. Giovanni giró el pomo y entró con cuidado, al asomar la cabeza encontró a Carlotta dormida de lado con la camiseta de Giovanni, dejando sus piernas a la vista de él. Giovanni se acercó con cuidado, cogió los bordes de la sábana y la tapó.—¿Giovanni? —dijo ella en un susurro mientras dormía, Giovanni sonrió al escuchar como lo llamaba en sueños.—Shhh, descansa. —le susurró él en el oídoGiovanni empezó a desnudarse y quedándose en boxer, estaba agotado y necesitaba descansar. La ira que tenía encima por tener ningún rastro del hombre que le envía las notas y le roba, lo tenían con humor de los mil demonios.Se acostó al lado
Después de la fiesta de cumpleaños, todos estaban en el salón rodeando la chimenea sentados en el sofá. Carlotta estaba sentada al lado de Giovanni mientras ellos entre risas y bromas hablaban. Carlotta estaba feliz, por sus padres, gracias a Giovanni ellos estaban en Sicilia junto a ella celebrando su cumpleaños.Por primera vez entre muchas, ella había celebrado su cumpleaños con su nueva familia, "los Ricci" Giovanni la miraba con intensidad mientras ella hablaba con su amiga, la veía feliz y tranquila y eso era maravilloso para él. La quería, de una manera que él jamás experimentó.Era algo que crecía en su interior poco a poco, donde sus piernas temblaban al tenerla cerca, donde se perdía en su mirada. Cuando ella no estaba la echaba de menos, como una angustia al no tenerla a su lado.Era algo difícil de explicar.Giovanni por primera vez, a conseguido descifrar el significado de la palabra "amor" Miró de nuevo a Carlotta y ambos intercambiaron miradas, se sonrieron y ella apoy
El padre, al escuchar la confesión de su "yerno" se levantó del sofá y caminó hasta él, Giovanni seguía cada movimiento del hombre. Cuándo el padre de ella estaba cerca de él le dio un puñetazo, todos se sorprendieron. El puñetazo que le dio a Giovanni haciendo que el joven italiano girará su cabeza. Giovanni tocó su parte golpeada y sangraba.—Me lo merezco. —habló Giovanni, el hombre seguía mirándole con seriedad.—Si, te mereces ésto y mucho más. — siseó el hombre sin importarle lo que había hecho. —Mi hija, está muerta por tú culpa y eso jamás te lo perdonaré.—¿Cree qué yo estoy bien? —dijo serío. —Acabo de perder a mis dos grandes amores.—Pues la muerte de tu hijo y mi hija, quedará en tu conciencia. —habló, aunque no lo supiera, ya tenía la muerte de ellos en su conciencia. —Carissa, nos vamos.La mujer con lágrimas en los ojos se levantó del sofá y se puso en frente de Giovanni, el italiano creía que se iba a llevar otra hostia, pero la mujer lo abrazó y se impresionó, pero a
Otro día más sin dormir y no había superación, él seguía hundido, con el corazón roto. Todos ya la hallaban muerta, y oficialmente la consideraban muerta, pero él se negaba a eso. Algo dentro de él le decía que ella estaba viva y esto era un plan macabro por sus enemigos. Eso quería creer él, aunque la causas fueran nulas. Él quería devuelta a sus dos personas favoritas, esas personas que él anhelaba con todo su corazón. ¿Por qué la gente quería hacerle daño? Si la cosa o venganza era con él, ¿Por qué buscar a una mujer embarazada? También la desaparición inesperada de Stefano también lo tenía con intriga, sin saber dónde estaba. ¿También le habrán hecho daño?Todo era confuso, sin pistas, no había dejado ni una puta señal.Giovanni sentado en el sofá frente a la chimenea mirando a un punto fijo, vestido con un pantalón vaquero y jersey morado. En ese momento, alguien carraspeó y Giovanni miró por encima de sus hombros hacia atrás y vio a la mejor amiga de Carlotta.—Ciao, Giovanni.
Giovanni aún creía que soñaba, ella estaba viva, pero le hervía la sangre saber que estaba sufriendo. Se sentía culpable, él la metió en su mundo y no le puso la seguridad necesaria para cuidarla, él mismo iba a encontrar su ubicación y destruir salvajemente a todo aquel que le hizo daño.Él tiene enemigos y muchos, querían venganza y lo estaban logrando. Lo que no sabían es que acaban de desatar una guerra muy grande. Hicieron daño a su hermoso ángel, ese ángel que cayó en su vida para hacerle más noble y adorable, ese ángel que destruyó el infierno de su interior, ellos eran su vida y temía que su bambino no saldría de esta. Esos golpes que recibió no lo aguantaría nadie, ni el mismo.Esa imagen que vio en el vídeo lo destruyó, le partió el corazón. Necesitaba encontrarla y tenerla a salvo. Los gritos de dolor de ella, aún penetraban sus oídos, esa imagen llena de golpes y hematomas en su cuerpo. ¡Dios! Era horrible y doloroso para él ver eso.En el jardín estando bajo la luz de l