Los amantes ahora esposos se hicieron promesas que solo los espíritus escucharon. Entre palabras, besos y caricias se juraron amor eterno.—Quisiera permanecer contigo así para siempre —dice Arya desnuda, abrazada a su millonario esposo.—Quiero lo mismo, te prometo que cuando esto termine, tendremos una vida larga y pacífica —asegura Ayden acariciando su vientre.Ella siente cómo los músculos de este se contraen. Él pasa sus dedos siguiendo las formas de sus estrías, sin sentir pudor o asco. Al contrario, admira el cuerpo de la mujer que ama.—Si te he dicho que eres hermosa —repite él agachándose a besar esas cicatrices blancuzcas.—Sí, sin embargo, me encanta oírlo de tus labios —afirma ella acariciando el cabello de su hombre.—Un día, tendremos otro bebé, pero esta vez será así… —dice acercándose a ella que está lista para recibirle de nuevo—. Conmigo sobre ti, llevándote al orgasmo.Ayden no es un hombre de palabras adornadas, pero se considera sincero con ella, cuando se trata
—Doctor Evans, le llaman de urgencias, un paciente pediátrico presenta un cuadro de abuso físico —informa la enfermera a Robín que iba saliendo de consultar un paciente.—Avisa que ya voy, llama a la nueva, a Emma, infórmale que la veo en urgencias —pide el cirujano pediatra a su enfermera asistente.Ruby, la enfermera asignada como asistente, toma el teléfono y llama a la otra enfermera asignada a los casos del doctor Robín Evans. Esta le hace saber sobre la solicitud del doctor y Emma se dirige a urgencias.Es su primer día, hasta el momento Robín Evans no ha tenido la oportunidad de verla. Se dirige rápidamente donde ella, quien estaba por llegar también.—Doctor Robín —lo saluda Alana Taylor al verlo—. Me da gusto que viniese, esto es urgente, pero también es confidencial.Robín siente un aleteo en su estómago al ver a Alana. Es la segunda vez que la observa y no puede dejar de pasar desapercibido lo bien que huele.—Por supuesto, me han informado que es el caso de un menor con ab
La cirugía había sido un éxito, el pequeño ya descansaba en su habitación en el hospital. La policía aguardaba fuera mientras interrogaban a la joven madre. Jhony era tan solo dos años mayor que el hijo de su mejor amiga, la cual él consideraba como su hermana.Estaba a una distancia prudente esperando que la policía dejara en paz a la joven mamá para poder hablar con ella. La chica no pasaba los veinticinco años, seña de que tuvo a su pequeño siendo menor o a los dieciocho, máximo.Él estaba absorto en sus pensamientos y no se dio cuenta de que Alana le observaba embobada desde el puesto de enfermeras de ese piso.—“Love is in the air” —se burla una de las enfermeras al ver a la doctora Taylor comiéndose con la mirada al nuevo jefe de cirugía pediátrica.—Cállate, Miranda —la regaña—. Te puede llegar a oír.—Dicen que es soltero —advierte ella animando a su superior—. ¿Ya tienes su número?Alana le regala una mirada despectiva—No soy una acosadora como tú comprenderás, Mirandita —se
La idea le había parecido excelente a Arya, ella quería implementar un lugar en el que se proteja a los niños de bajos recursos. No, así como una casa hogar, sino más bien un sitio que funcionará como un centro comunitario y como un enlace para los servicios de protección al menor. No tenía pensado recibir madres en cuestiones de vulnerabilidad, pero la idea que le planteó su amigo le pareció muy atractiva, ahora lo único que tenía que hacer era hablar con su abogado.Sin embargo, todavía tenía pendiente una conversación con la niñera y tutora de Aryehn.—Olivia, me gustaría hablar contigo sobre algo importante —pide Arya amablemente.—Dígame, ¿pasa algo? —dice la tutora.—Verás, como bien sabes, la situación por la que estamos pasando es complicada. Queremos mantener la mayor privacidad posible, tanto por el bienestar de ustedes, como el nuestro —explica poniendo sobre la mesa primeramente las intenciones—. Por eso, te pediré que vengas solamente tres días a la semana, en un periodo
Arya se lleva la sorpresa que Aryehn por primera vez niega con la cabeza y rechaza una ducha. Él ama la hora del baño.—No, quiero jugar con papá —dice él con determinación.—Ve con tu mamá, hijo. En un momento iré contigo a la piscina a jugar ¿qué te parece?—Sí, papi, quiero nadar de panza —expresa con una sonrisa amplia.Arya extiende los brazos hacia su hijo y este la abraza. Ayden los acompaña hasta el piso de las recámaras. Arya se desvía hacia el cuarto de su pequeño para preparar todo para que se duche, mientras que Ayden entra a la habitación que ahora es de él y su esposa.Nunca pensó que su boda fuera de esa manera, pero sabía que era lo justo y necesario por el momento.Mientras buscaba algunas prendas cómodas vio una polera que le regaló Daniel, recordando que no sabía nada de él desde que lo apresaron. Algo en todo esto no le gustaba, le parecía extraño que Mark no estuviera molestando luego de su enfrentamiento, y que su amigo no hubiera llamado, así que aprovecha ese m
—Me encantaría decirte que estoy al cien por ciento de acuerdo contigo, pero la verdad es que eso va en contra de las políticas del hospital y deberías saberlo. Tú sabes que no debemos de involucrarnos más allá de lo necesario. Más allá de lo, médicamente hablando —explica él—. Además, el tiempo de hospitalización posoperatorio es de dos a tres días, en el caso del niño, ya que no ha tenido ningún tipo de complicación y su evolución es buena.Robín se enoja con ella, porque creyó qué la apoyaría, pero no ha sido así. Mientras revisa la bitácora de las enfermeras y comprueba que hayan administrado los medicamentos en tiempo y forma, decide confesarle a Alana su sentir.—Políticas… todo es un maldito procedimiento burocrático. Estudiamos para salvar vidas, para ver que estuvieran bien. No para salvarlas y dejarlas a la deriva. Deberíamos poder darle un seguimiento o hacer lo mejor que podamos en situaciones como esta. ¡Es algo extraordinario, no estamos hablando de cualquier niño, estam
Si algo tenía Arya Harley, es que era descuidada en cuanto a su seguridad se refiere. Al crecer entre los barrios bajos de las mafias en Boston, poco le importaba lo que le pudiera pasar. Era desconfiada de quien parecía maleante, pero no de criminales vestidos de traje.—¿Cuánto apuestas que en dos días ya estará escapando de nosotros? —pregunta Henry a Tim, mientras están en el cuarto de seguridad revisando las cámaras de seguridad, mientras sus compañeros eran relevados del cargo.—No creo que sea tan imprudente en ese aspecto ahora que está pasando esto con el señor Emory —difiere Tim—. Digo que en una semana se cansará de estar encerrada y quizás escape, pero no antes. Además, ella estará sola en casa y ocasionalmente con la tutora, no tiene con quién dejar al niño, así que no creo que llegue a marcharse.La resolución de Tim es esperanzadora, espera que realmente Arya se comporte prudentemente y no actúe por su cuenta sin considerar a ninguno de ellos para las salidas que deban
La mañana era muy fría, Aryehn seguía dormido, así que bajaron a la sala el monitor de bebés para poder oír en caso de que se despertase.Gabriel estaba a primera hora de la mañana en la puerta esperando que le abriesen. Henry, encargado de la seguridad de la casa, ahora debía informar primero la llegada de las visitas, para ver si Arya las autorizaba o no.—Señorita Arya, el señor Specter ya está en la entrada esperando ¿lo hago pasar? —pregunta él con mucha formalidad cuando ella baja las escaleras.—Sí, hazlo pasar a la cocina, por favor, Henry —dice ella que camina directo a la cafetera, para preparar el café. Ayden se le une unos minutos más tarde, justo cuando Gabriel llega.—Buen día, señor, señora Emory —saluda con formalidad el abogado estrechando su mano con el millonario.—Buen día, Gabriel, pasa —Ayden señala la silla frente a él en el comedor.—¿Quieres café? —pregunta Arya sirviéndose una taza para ella y otra para Ayden.—Sí, por favor —declara sacando de su maletín una