Si algo tenía Arya Harley, es que era descuidada en cuanto a su seguridad se refiere. Al crecer entre los barrios bajos de las mafias en Boston, poco le importaba lo que le pudiera pasar. Era desconfiada de quien parecía maleante, pero no de criminales vestidos de traje.—¿Cuánto apuestas que en dos días ya estará escapando de nosotros? —pregunta Henry a Tim, mientras están en el cuarto de seguridad revisando las cámaras de seguridad, mientras sus compañeros eran relevados del cargo.—No creo que sea tan imprudente en ese aspecto ahora que está pasando esto con el señor Emory —difiere Tim—. Digo que en una semana se cansará de estar encerrada y quizás escape, pero no antes. Además, ella estará sola en casa y ocasionalmente con la tutora, no tiene con quién dejar al niño, así que no creo que llegue a marcharse.La resolución de Tim es esperanzadora, espera que realmente Arya se comporte prudentemente y no actúe por su cuenta sin considerar a ninguno de ellos para las salidas que deban
La mañana era muy fría, Aryehn seguía dormido, así que bajaron a la sala el monitor de bebés para poder oír en caso de que se despertase.Gabriel estaba a primera hora de la mañana en la puerta esperando que le abriesen. Henry, encargado de la seguridad de la casa, ahora debía informar primero la llegada de las visitas, para ver si Arya las autorizaba o no.—Señorita Arya, el señor Specter ya está en la entrada esperando ¿lo hago pasar? —pregunta él con mucha formalidad cuando ella baja las escaleras.—Sí, hazlo pasar a la cocina, por favor, Henry —dice ella que camina directo a la cafetera, para preparar el café. Ayden se le une unos minutos más tarde, justo cuando Gabriel llega.—Buen día, señor, señora Emory —saluda con formalidad el abogado estrechando su mano con el millonario.—Buen día, Gabriel, pasa —Ayden señala la silla frente a él en el comedor.—¿Quieres café? —pregunta Arya sirviéndose una taza para ella y otra para Ayden.—Sí, por favor —declara sacando de su maletín una
Ayden Emory estaba preocupado por la seguridad de Arya, había puesto mucha seguridad a su disposición y, aun así, la sensación de pesar no se iba de su cuerpo. Temía por ella y por su hijo.—Señor, todas las cosas están listas para irnos en cuanto ordene —informa John vía teléfono.—Nos iremos antes de las cuatro de la madrugada, tenemos que estar en su edificio antes de que despierte y dejar todo listo —declara Ayden siguiendo el plan.—Cómo ordene, haré unas últimas diligencias para nuestro vuelo ficticio de esta noche —expresa John para luego despedirse y colgar.Ayden Emory, estaba preocupado por la seguridad de su ahora esposa e hijo. Sabía que Arya no acataba las medidas de seguridad que se aconsejaban, dado que no se preocupaba mucho por su cuidado.—Señor, todo está listo para esta noche —informa John por teléfono—. Ya está cargada la camioneta con todo lo necesario para montar las cámaras en el edificio de Mark.—Genial, nos iremos en la madrugada, tenemos que entrar al edifi
Después de tremenda confesión, Arya con el corazón igual de acongojado por su marido, lo abrazó y mimó hasta que se quedó dormido en sus brazos. Sentirlo así tan vulnerable hace que su irritación por Mark aumente.Piensa en todas las veces que estuvo con él a solas y se arrepiente de ello. Lamenta en lo profundo de su ser el que haya sido tan testaruda y así pensando en ello se queda profundamente dormida, tanto que no se da cuenta cuando Ayden se despierta en la madrugada para irse.Él la observa maravillado, viendo como ella abraza a la almohada y hunde su nariz buscando el aroma de él impregnado en la tela. No puede cuantificar el amor que siente por ella, pero sabe que haría cualquier cosa por su hijo y Arya.Sale de la habitación sin hacer ruido y baja hasta el despacho para luego salir por la puerta secreta al pasillo que lo llevará al bunker.—Hola, John —saluda al ver a su guardaespaldas recargado en la pared terminando un cigarrillo—. ¿Sabes algo sobre nuestra huida?John sac
Arya se despierta pensando en su hijo, una preocupación insana se apodera de ella y corre a la habitación de Aryehn para ver a su pequeño. Abre la puerta encontrándolo hecho un ovillo en la mitad de su cama. Se acerca cautelosamente a su lado y se acomoda junto a él para abrazarlo. Aryehn al sentirla se gira y se acomoda en su costado. —Mami, te quiero —dice el niño entre dormido y despierto abrazando a su madre. —Yo a ti mi niño, hermoso —responde Arya sujetándolo con firmeza hacia ella. Durante todos estos años el temor de no volverlo a ver era muy grande, pero ahora que están juntos, el temor de perderlo no se compara a lo que sintió anteriormente. Mientras medita en lo que su esposo estaría haciendo en esos momentos, se permite disfrutar de ese pequeño momento con su hijo. Es hasta una hora después que Aryehn se despierta completamente y bajan a desayunar. —Buenos días, señorita Harley—saluda Tim saliendo de su escondite y tomando desprevenida a Arya. —¡Me asustaste! No me a
La voz de Mark resonaba fuerte en el oído de Arya, ella se sintió asqueada de solo oírlo. —¿Pasa algo? No piensas responder —inquiere él fingiendo preocupación. —Hola, Mark, no es eso, me agarraste ocupada —miente ella con la intención de que este termine colgándole. —Lo lamento, solo quería hablar para saber cómo estaban, supe lo del atentado y que están culpando a Ayden, ahora está en las noticias —explica con un tono de voz que por poco ella le cree—. Enciende el televisor, está en todos los noticieros. Arya siente cómo es que su corazón comienza a martillear en su pecho. Siente angustia por Ayden, corre hasta la sala de estar y enciende la pantalla, busca desesperadamente un canal de noticias y lo encuentra. La conductora tiene una fotografía de su esposo en pantalla. —Te dije, está en todos los noticieros —repite Mark—. Por favor, dile a mi hermano que se cuide, trataré de estar al tanto de ustedes, pero como sabes me falta personal y me es imposible estar en dos lados al mis
Ayden y John se esconden en el departamento de George, ninguno puede continuar la comunicación con los de afuera.—Señor, está en todos los noticieros —comenta John sin dejar de zapear entre canales.—Lo sé, ahora será casi imposible el que yo salga. Nadie nos puede ver —asegura Ayden con una idea rondando por su cabeza—. Además, está el hecho de que Daniel está desaparecido. Deberíamos ir a buscarlo.—Por ahora no, señor, necesitamos escondernos —explica John poniéndose de pie—. Lo mejor es que no regresemos a su casa, al menos hasta que anochezca.—Pueden quedarse aquí todo el tiempo que gusten —dice George sacando un par de aguas y botana del refri—. Vivo solo, así que nadie sabrá que están aquí.Tanto John como Ayden se miran con complicidad y aceptan. Después de todo, necesitan descansar un poco antes de volver a salir de casa.—Vale, después de todo casi no hemos dormido, nos vendrá bien un poco de sueño —expresa Ayden hundiéndose en el sofá.—Al fondo del pasillo, la puerta a m
Cinco días antes —¿Qué tienes? —pregunta Daniel cuando ve a su amigo sumido en sus pensamientos. —La madre de Mark tenía un collar con un rubí. Yo no tengo ni idea de que pasó con esa cosa —declara Ayden arrugando la frente, en cuanto las palabras salen de la boca del millonario, Daniel siente que un escalofrío recorre su cuerpo—. Ahora, más que nunca supongo que Mark tiene algo que ver con esto. —Le das mucho crédito, es un idiota —dice el abogado con desdén no tratando de imaginarse lo que cree que se está imaginando—. Lo sabes, apenas si puede organizar ese hospital. Si no fuera por su asistente, colapsaría. Daniel no puede seguir poniendo atención a lo que sucede, le urge salir de ahí y comprobar si el collar que tiene su esposa es el mismo del que su amigo habla. —Gabriel, soy Daniel, sucedió algo de lo que urge me haga cargo, ¿podrías ir tú por Arya y decirle lo que sucede? Ayden no quiere que ella se entere por los medios ni que su hijo sepa lo que sucede —informa mientras