Me estoy mirando al espejo después de haberme arreglado y haber puesto mi nueva habitación patas arriba.
Nada más que me dijo la señora lo de aquella fiesta, ahora que lo pienso qué maleducada me vuelvo, ni el nombre le pregunté a la pobre, me puse para esta noche un vestido blanco corto con mangas caídas, mi escote y mis hombros están al descubierto, es de manga larga bombachas. Escogí una lencería blanca de encaje de las que me regalaron las locas de mi madre y mi hermana, aunque no sea para otra cosa debo utilizarla aunque sea el tanga. Voy sin sujetador este vestido es para ir sin él. Elijo ponerme unas botas marrones planas que me lleguen a las rodillas, mi pelo medio rubio suelto ondulado. El vestido blanco resalta mi piel morena, como mis ojos azules celestes.Estoy bastante satisfecha con mis resultados, me pongo un maquillaje delicado y lista. Cojo una chaqueta marrón también de terciopelo con pelito por dentro, fue muy buena idea traer toda la ropa de invierno, estoy orgullosa de mí. Recojo mi bolso, más bien llevo mi bolsita de doraemon, llevo de todo, es un bolsón, pero me encanta, llevo desde un bolígrafo y una libreta a compresas y tampones. Cositas de mujer.
Me miró por última vez en el espejo, veo que estoy perfecta y salgo hacia el pueblo. Por suerte en la casa entraba un coche, mejor para mi la verdad, desde donde está la casa hasta el pueblo hay unos pocos kilómetros por la carretera y la verdad eso de caminar no es de mi estilo.
Llegó a la zona donde me dijo la señora y todo está completamente hermoso, sus decoraciones de flores son perfectas, son una maravilla para los ojos. Hay una hoguera grande en el centro de la plaza donde la gente danza a su alrededor con toda naturalidad, a la izquierda una mesa gigantesca con comida y jaras que seguramente están llenas de alcohol.
Me centro en buscar a la señora, pero no la encuentro y optó por acercarse a un chico y preguntarle sobre el museo.
-Disculpe.- Digo tocándole el hombre.- Me podría indicar donde se encuentra el museo vikingo, soy extranjera y me gustaría conocerlo.
-Wow, para ser extranjera mi idioma lo hablas muy bien.- Me dice el chico atractivo.- Es ese edificio que hay enfrente, ahora creo que estarás un poco sola, todos los que estamos aquí lo vemos siempre y estamos acostumbrados a las cosas de dentro. Espero que te guste.- Me dice con una sonrisa en sus labios.
-Gracias.- Digo devolviéndole la sonrisa y poniendo un mechón de pelo en la oreja.
Giro hacia el edificio y empiezo a andar, poco a poco que me acerco a él me siento atraída por entrar, no entiendo que es esta sensación.
-¡Ei!.- Dice el chico con el que había hablado antes.- Toma, esto resaltará contigo.- Dice poniéndome una corona de flores blancas y rosas.
-¡Ooo! es preciosa muchas gracias.- Esto es genial.- Será un bonito recuerdo cuando me vaya.
-Es tradición y al fin de cuentas las flores resaltan la belleza de las mujeres.- ¡Uy! aquí tenemos un espécimen de galán.- A y toma, esto es una jarra de hidromiel, dicen que es el manjar de los dioses, pruebalo, es algo fuerte pero a lo mejor te gusta. Cuando salgas del museo estaré allí por si no quieres pasar tiempo sola.
-Muchas gracias, emmm no se tu nombre.- Dije despistada.
-Me llamo Erick encantado.- Dice dándome la mano.
-Jade.- Digo contenta de al menos conocer a alguien nuevo.- Bueno nos vemos Erick.
Me despedí y me dirigí cargada de la jarra al museo. Cuando entre a él, todo lo que vi me encantaba, desde las formas de vida, hasta su joyería era como si te trasladaras a la época. Me encantaron siempre las historias vikingas, sobre todo por el hecho de que la mujer era poderosa y fuerte como el hombre, no como en España que la mujer era menos que él. Por eso decidí empezar a dar clases de lucha a temprana edad y hasta ahora me puedo defender yo solita.
Decido salir y sentarme alrededor de la hoguera, quiero pasar tiempo sola conmigo misma y mis pensamientos. Fijo mi mirada en la jarra que no he probado en ningún momento, decido hacerle caso a Erick y probarlo con naturalidad. Estaba buenisimo. Terminé la jarra completamente y sentí que me mareaba. Me apoyé en el asiento y mis ojos se cerraron.
……………………
Abrí mis ojos por sentir como la luz me daba directamente.
-Dios! que alguien apague esa luz quiero seguir durmiendo.- Dije ofuscada. Me volteé cómodamente en la cama, espera esto no es la cama, empecé a palpar.
Estaba en un suelo, como podía ser eso posible. Abrí los ojos automáticamente y no podía creer lo que veían mis ojos, solo había árboles, tierra mojada y un riachuelo.
-¡Dónde m****a estoy!- grite desesperada.
Vale, creo que me han dejado aquí tirada tipo broma, creo que es mejor pensar eso qué otra cosa.Decido levantarme para ir en busca del camino al pueblo, miro a mi alrededor y veo mi bolso, perfecto, así podré coger el móvil y llamar a un taxi. Estoy reventada, tengo que haberme pegado una borrachera del quince con el licor que me dieron.Mira que no me gusta beber mucho, pero ese licor estaba tan bueno que me bebí la jarra entera, pero no me acuerdo de haber cogido otra, me estoy preguntando ahora mismo.Extraigo el móvil del bolso, lo enciendo y para mi horror no tengo nada de señal. Ale ahora me toca andar hasta saber donde para encontrar señal, ni la señal tengo por dios. Esto puede conmigo. Dios, que vergüenza estoy pasando ahora mismo, me gustaría meter la cabeza en un cubo y que nadie me vea, dios mío.La coje con un dedo por una mano y con el otro dedo de la otra mano y la estira, dios mío es que no puede dejar de hacer eso. Lo miran todos extrañados la prenda y yo más roja que una fresa.-¿Qué es eso?- Dice una mujer.-Puede ser algo que se utilice en la brujería, a lo mejor es una bruja del bosque.- Dice otra, vale me he dado cuenta que a estas personas les faltan neuronas.-Desatarla.- Dice BjornSus secuaces se acercan rápidamente, me desatan los pies, las manos y por último la boca. Me falta tiempo paraCapitulo 7
Y aquí estamos, esperando a que venga esa tal Cassandra a hablar con nosotros, mientras miro a todos con miradas de muy mal gusto. Estoy en una esquina de la sala, ya que cuando Bjorn salió porque sus compañeros le llamaron, más de uno de los amigos de su padre intentaron meterme mano, pero no se fueron de rositas, sus entrepiernas me agradecerán estar un tiempo descansando. Aunque Bjorn es un bruto, él no me ha metido mano, ni ha intentado algo indecente conmigo.Se abre la puerta y aparece una chica pelirroja con rastas verdes y negras. Parece joven, pero en su rostro marca que ha vivido mucho tiempo para saber muchas cosas del mundo. Mira por toda la estancia hasta que se encuentra conmigo, me mira fijamente a los ojos intimidandome, la verdad no me siento cómoda con su mirada, de repente se ponen sus ojos verdes, de un verde tan intenso que asustar&iacut
No paraba de llorar mientras limpiaba mis lágrimas con sus dedos, por una parte era un efecto cariñoso, pero por la otra cada vez que me tocaba su tacto me quemaba como mil demonios. Es la primera vez que estoy en frente de un hombre desnuda, ni mi ex me vio desnuda, espere hasta nuestro matrimonio para poder mostrarle todo de mi pero esto me supera.Va bajando su mano desde mis mejillas, cuello, por en medio de mis pechos, hasta mi estomago. Luego vuelve a subir y para en uno de mis pechos y lo toca con delicadeza.-Jade eres hermosa, no debes llorar, yo te daré amor si te portas bien.- Dice empezando a besar mi cuello.-No me toques.- Le digo con lágrimas en los ojos y dándole un empujón llevándome al otro extremo del barreño de madera.- N
Me levanto a la mañana siguiente sola en la cama, miro a mi alrededor encontrando un vestido a los pies esta. Me levanto y toco la tela recia, con unos colores horrendos adornando al pobre vestido, me fijo en el suelo y hay unas zapatillas planas de esparto. En serio destino, enserio me haces esto con la ropa tan bonita que tengo en mi era y me pones esta cosa horrenda, por dios.Cojo mi bolso y busco mis cosas de necesidades higiénicas, que esté en otra era no significa que no me pueda cuidar, lo que tengo que ver es que cuando se me gasten estos productos hacer nuevos con las cosas naturales de esta zona, no pienso renunciar a lavarme los dientes todos los días y perfumar mi cuerpo y no hablemos de cremas para hidratar mi piel.Cuando ya estoy aseada, con el cubo de agua que hay en una esquina, me pongo ese vestido espantoso que co
-¿Esto lo has hecho tú?- Dice Axe con los ojos abiertos.-Em siiiii.- Digo encogiendo los hombros e intentando esconder a las pobres chicas muertas de miedo en mi espalda.-¿Qué estás haciendo?- Dice Bjorn con los ojos puestos fijos en mí.-Nada que a ti te incumba.- Digo enfadada.Todos se quedan sin respiración por la respuesta que le he dado a mi supuesto dueño, pero es que podemos estar en el año la polca pero no voy a permitir que estas pequeñas pasen horrores por culpa de unos monstruos como ellos. No señor, no lo voy a permitir.-Como te atreves a contestar a tu dueño y señor así.- Dice un enfad
Me levanto con un dolor en mi espalda, nunca pensé que me pasaría algo así, pero esto me supera. Mi piel, mi maravillosa piel rasgada por el látigo de cuero.Después de que estuvieran media hora dándome latigazos Bjorn se metió por en medio contradiciendo las órdenes de su padre, me descolgó y me llevó a la habitación. Limpio mis heridas con cuidado mientras yo no dejaba de quejarme y llorar. Me curo con un potingue viscoso y se acostó rodeando mi cintura, mientras me cantaba en su idioma, la canción trataba sobre un lugar maravilloso, donde la gente era libre. Me quedé profundamente dormida, pero antes de caer en la inconsciencia lo escuché.-Eres mi pequeña luz.- Dijo Bjorn y yo solo pensé que era parte de mi sueño.
Han pasado dos semanas desde que me dieron los latigazos en la espalda, Bjorn no me ha dejado salir ni de la habitación, no quería que nadie hablara de mi o me mandaran cosas forzosas por hacer. Desde ese día está más amoroso y me trata con más cariño, todas os preguntareis y cómo va lo de casarnos, psssss siendo sincera me negué a que le dijera las cosas él solo a su padre, se enfado y hasta hizo un berrinche como un niño pequeño. Me costó horrores hacerle entrar en razón pero con mis buenos argumentos lo conseguí, quiero ver la cara de ese viejo estupido haber que piensa de que su hijito haya caído a mis pies.Estas dos semanas he tenido que hacer malabares para que tuviera sus manitas quietas, intentando que nos acostemos más de una vez, pero huyó como una cobarde. Siendo sincera