Y aquí estamos, esperando a que venga esa tal Cassandra a hablar con nosotros, mientras miro a todos con miradas de muy mal gusto. Estoy en una esquina de la sala, ya que cuando Bjorn salió porque sus compañeros le llamaron, más de uno de los amigos de su padre intentaron meterme mano, pero no se fueron de rositas, sus entrepiernas me agradecerán estar un tiempo descansando. Aunque Bjorn es un bruto, él no me ha metido mano, ni ha intentado algo indecente conmigo.

Se abre la puerta y aparece una chica pelirroja con rastas verdes y negras. Parece joven, pero en su rostro marca que ha vivido mucho tiempo para saber muchas cosas del mundo. Mira por toda la estancia hasta que se encuentra conmigo, me mira fijamente a los ojos intimidandome, la verdad no me siento cómoda con su mirada, de repente se ponen sus ojos verdes, de un verde tan intenso que asustaría a cualquiera. Esta como ida.

Cuando vuelve en sí, me mira con una gran pena y se vuelve hacia Axe.

-Casandra bienvenida a mi hogar, por lo visto te diste cuenta de la nueva adquisición de Bjorn, es por ella que te llame, dice cosas sin corte…..- Axe se queda con la palabra en la boca.

-Se porque me llamaste, su olor y su esencia es diferente a la nuestra. Su alma es pura y fuerte, mucho más fuerte que todas las mujeres guerreras que están en este poblado.- Vale esto es alucinante.- Ella no pertenece a nuestro mundo, algo la atrajo aquí, un destino y seguramente nunca podrá volver a su auténtico hogar.

-Echicera queremos saber de ella no de que si puede o no volver de donde vino, porque eso no pasará.- Dice uno de los amigos de Axe.- Cuando Bjorn se canse de ella nosotros jugaremos como hemos hecho siempre.

-Estas muy equivocado si pensais que ella es igual a las otras que habéis encontrado, aprisionado, violado, maltratado y tirado al bosque para que mueran. Ella es diferente y te aseguro que ni tu ni nadie la van a poder tocar si ella no te elige a ti.- Casandra se da la vuelta y viene hacia mi. Se agacha y me coge la mano.- Lo siento por lo que te está pasando, todo esto no es para ti, pero tu destino ya está escrito. No volverás a ver a tu familia de tu tiempo, me entristece que esto te ocurra.

Mis ojos se llenan de lágrimas y mi primer instinto es abrazarla. Ella me abraza y me susurra cosas al oído para que me tranquilice, diciéndome que tengo su apoyo máximo y que será mi primera conocida o amiga como dicen en mi hera en ese lugar.

-¿Dónde me encuentro entonces?- Pregunto en el momento que Bjorn entra por la puerta.

-Estás en la era vikinga pequeña.- Me dice con una sonrisa y yo sin poder creérmelo. Me quedo parada en mi sitio mientras ella se levanta y mira a Bjorn y a Axe.- Ella viene del futuro, por eso su vestimenta y sus cosas son diferentes a las nuestras. Me despido, mi trabajo ya está hecho aquí.- Me mira con una sonrisa pero pena en los ojos.- Búscame cuando me necesites pequeña Jade.

Se marchó por la puerta dejando claro las dudas de todos, pero no las mías, como acabe aquí, mi destino está escrito como es posible, me siento con ganas de morir. No volveré a ver a mis padres ni a la pesada de mi hermana. Porque tuve que irme tan lejos, porque no pude quedarme con mi familia. Me siento aterrada en esta situación, en esta era solo había guerras y robos, no puedo consentir esto, no seré la esclava de nadie, tengo que hacer lo posible en volver, el destino se puede cambiar con un chasquido.

-Bjorn.- Dice el padre de Axe volviendo a mis sentidos.- Llevatela, es tuya, tú la encontraste, cuando te canses de ella, será del poblado y servirá a todos, está claro. A llegó una misiva de Egil, después de dos lunas llenas vendrán él y su hija para ajustar todo lo del compromiso.

-Sí padre.- Dice Bjorn serio, me coge del brazo y empieza arrastrarme.- Andando y compórtate.- Me dice Bjorn mientras me lleva por unos pasillos.

Estamos recorriendo unos pasillos de la casa hasta que llegamos a una puerta, la abre y me hace entrar a una habitación. 

-Desde ahora dormirás aquí- Era una habitación grande, con una cama grande y una chimenea, cubierta de pieles y algún tesoro robado.- A Partir de ahora dormirás conmigo, no puedes acercarte a alguien que no sea yo.- Se acerca a mí amenazante.- Me gusta que mis posesiones me obedezcan, si no lo hacen recibirán un castigo. Ahora me vas a bañar.

-¡No te voy a bañar!.- Le digo clara.- Si quieres castigarme hazlo, pero no pienso tocarte y menos dormir contigo. Yo dormiré en el suelo.

Tocan a la puerta y entran con una bañera de madera y cubos de agua caliente. Lo dejan todo preparado y se van. Bjorn empieza a desnudarse y me observa.

-Si no te desnudas tú, lo haré yo por ti y no será de tu agrado.- Me dice Bjorn.- Ahora acepta tu nuevo destino, eres una esclava y harás lo que te ordene te guste o no.

-No me pienso quitar la ropa Bjorn.- Le dije mientras abría los ojos impresionada.

-Soy tu amo, nunca me dirijas de tu, debes llamarme amo o señor nunca Bjorn.- Me dice con furia en su mirada.- Y ahora quieres desnudarte por las buenas o por las malas.

-¡NO PIENSO DESNUDARME! .- Le grite desesperada, no me podía pasar esto a mi.

El se acercó como si fuera un león, intentó cogerme de la ropa y le pegó una patada en el pecho para alejarlo. Lo volvió a intentar y le di un derechazo en las costillas que le hizo doblarse de dolor.

-¡NO ME VOY A DESNUDAR, SI QUIERES VOLVER A INTENTARLO TE DEJARE SIN QUE PUEDAS TENER HIJOS!- Le grité enfurecida.

De repente veo como se abalanza sobre mí, me coge con una mano mis muñecas y mete mis piernas entre las suyas apretando fuerte.

-Te dije que o por las buenas o por las malas.- Y es hay, que con su otra mano rasgó mi vestido haciéndolo trizas. Dejando mi lencería al descubierto.- ¿Qué es eso? 

-Es mi ropa interior.- Digo mientras me salen lágrimas de los ojos sin poder creer lo que va pasar. Él me observa el rostro por unos momentos.

Bjorn se levanta de encima de mí y me mira desde arriba mi cuerpo desnudo ante él. No puedo explicar la sensación que siento, es asco y a la misma vez deseo que me toque. Se acerca a mí y baja mi lencería cuidadosamente. Me coge y me mete en la bañera junto a él. Yo encima de él.

-Solo límpiame y no llores más.- Me dijo con voz sensible