Sergio

Cuando veo a Isabela salir me congelo, mi primera reacción era entrar a mi casa y dispararle a quien estuviera dentro y no trabajara para mí porque es una jodida invasión a mi hogar, no escuché a la policía, tampoco a mi equipo de seguridad, simplemente tomé el arma me lo acomodé en la cinturilla del pantalón y entré en casa, los maleantes está discutiendo cuando entro todos se quedan en silencio y me miran. Cuando escuchan los pasos de Isabela que se acerca a toda velocidad, uno de ellos apunta con su arma a sus compañeros.

Ella me mira y no alcanza a decir nada. Retumban el sonido de tres detonaciones, ella se tira al suelo, yo me giro para mirar hacia donde estaban los ladrones y los tres están en el suelo.

—Seeergio.

—Cálmate—le pido a Isabela. Ella se queda en silencio mirándome horrorizada. Ella se agarra a mí. Saco mi arma, el equipo de seguridad ingresa a la casa y todos apuntan a los muchachos y les desarman. Yo guardo mi arma y voy hacia mi prometida, le carg