Sarah se levantó de su asiento de la cena en cuanto le fue posible. No quería parecer una maleducada, y lo cierto es que Alfa Maiden había resultado ser un entretenido compañero de mesa, pero Sarah no estaba de buen humor. Llevaba toda la noche viendo como Brooke se insinuaba a Adam, y él, lejos de frenar sus avances, la dejaba continuar, y todo ello ante sus ojos. Corrió al baño más cercano, se encerró en él, y apoyó la cabeza sobre sus manos mientras dejaba que las lágrimas que había escondido durante toda la noche fluyeran con libertad. Sabía que aquel dolor que escapaba sus ojos estaba anegando el maquillaje que tan cuidadosamente se había aplicado, pero ya no le importaba nada. Al principio de la noche había querido ser del agrado de Adam, quería que él la apreciara, que volviera a hacerle el amor hasta que su cuerpo se rindiera de agotamiento; después de la pausa en la que siguió a Adam y se enteró de la cruel verdad, ya no quería nada. Había ido en su busca con la intención
- Escúchame, Adam, lo que tengo que contarte es grave, y necesito tomarme mi tiempo para hacerlo. Adam suspiró, cansado de los embrollos de Brooke, cansado por el largo día que había vivido y cansado de que en aquella casa todos quisieran ocultarle la verdad de lo que sucedía. Si Miles, antes de morir, había tramado algo,él necesitaba saberlo; y necesitaba ser consciente de las posibles ramificaciones que las acciones de su hermano pudieran tener, porque su padre siempre había alabado todo lo que Miles hacía, sin importar lo que fuera, y con el paso de los años, algunas de las decisiones de su hermano habían puesto en riesgo a la manada de un modo, u otro; así que era perfectamente consciente de que si alguien tenía que actuar en nombre de los Lobingston y arreglar los líos causados por las malas acciones de alguno de sus familiares, ese era él. - Brooke, te lo avisé, sin mentiras, sin líos, sin intentar seducirme cómo llevas haciendo toda la noche… La mujer se cubrió la boca con a
Realmente Adam no sabía que responder, miró rápidamente en dirección a Benedict, intentando adivinar por su expresión si les habría ya dicho algo a las dos mujeres que lo observaban con una expresión poco amigable; y como el Beta de su padre parecía una escultura carente de expresión,decidió improvisar, y arriesgarse a tener suerte.- He estado revisando documentos de Miles, realmente dejó las cosas muy desordenadas, y hay que arreglar todo cuanto antes.- Pero hijo mio…- dijo mi madre con expresión enfadada.- ya sabes que no me gusta que realices tareas como esas en esta semana.Adam miró hacia Sarah, pues estaba muy callada, y eso le resultó extraño, pero su expresión era realmente indescifrable y decidió que la enfrentaría en unos minutos, en cuanto hubiéran acabado de hablar con su madre.- Lo sé, mamá.- respondió Adam con el tono más conciliador que pudo poner.- pero es que realmente hay asuntos de trabajo que no pueden esperar, ya sabes como es el mundo de los negocios. Aderez
- Porque estoy enamorado de ti.Las palabras retumban en la cabeza de Sarah una y otra vez, no puede dejar de escucharlas, y aunque sabe que debería responder, porque Adam la está observando con un gesto extraño, hay algo muy hondo que se mueve en su interior. Una fuerza que le grita que ella también lo ama, y que debe confesarlo, que este es el momento perfecto; en cambio, la respuesta que abandona sus labios, es muy diferente.- No te creo.- ¿pero qué motivos iba a tener yo para mentirte, Sarah?- No lo sé, pero sé que los hombres lobo no os enamoráis, simplemente sentís la conexión con vuestra pareja destinada, no ocurre como con los humanos.- ¿Crees que yo no le he dado vueltas a eso? No sé lo que me pasa, no he tenido la conexión contigo, eso es cierto, pero puede que se deba a que eres humana, y yo lobo; lo que sé seguro es que estoy enamorado de ti, no me puedo imaginar mi vida contigo lejos.Sarah lo observa con ojos vidriosos, porque ella también lo ama, pero está demasiado
Adam se despertó muy temprano, sintió el cáido cuerpo de Sarah a su lado, y sonrió con satisfacción, porque si alguien le preguntara en esos instantes, él diría que así es como quería levantarse el resto de su vida, con ella a su lado.Sonaba tan empalagoso, y le asustó tanto la sensación de propiedad que sentía sobre la mujer que yacía junto a él, que no le quedó más remedio que levantarse de la cama, vestirse e irse. Miró la inocente cara de Sarah, aún dormida, sin haberse percatado de las preocupaciones que a él lo mantenían en vilo, y decidió acudir al único lugar en el que sabía que obtendría un buen consejo: junto a su madre.Encontró a Kara dando un paseo cerca de la casa, y aunque Adam sabía que la mujer no dormía mucho, le sorprendió que ya estuviera paseando antes de que hubiera amanecido.- ¡Mamá!- exclamó Adam.- ¿Qué haces levantada tan temprano?- ¡Ay, Adam! Espero que jamás descubras el dolor de perder a un hijo, hubiera preferido mil veces ser yo la que se hubiera ido.
La pobre Sarah se despertó sola en la cama, aunque evidentemente, al principio no fue consciente de ello, y palpó la cama, hasta darse cuenta de que las sábanas estaban vacías, y ya frías. Miró el reloj alarmada, y vio que era aún pronto, pero se escuchaba ya ruido en los pasillos, y aunque le pareció extraño, decidió levantarse y preguntar a Adam que es lo que estaba sucediendo.Se metió en la ducha, donde recordó cada instante de la noche anterior, y sintió como el deseo hacia Adam volvía a invadirla, y se frotó cada parte de su cuerpo con una sonrisa bobalicona pintada en su rostro. Adam se había enamorado de ella, y aunque ella no se lo había confesado, había pasado toda la noche anterior demostrándole que ella también lo amaba.Salió del cuarto de baño envuelta en
La mañana pasó miserablemente lenta para Adam. Él nunca había asistido a un Mix Nan Ka, pero evidentemente, cuando asistía a clases en el colegio de la manada, le habían explicado como se celebraba una ceremonia como esas. Primero se contaban detalles, recuerdos,cualquier historia que narrara la bondad del difunto, y ya después de un buen banquete, se pasaba a hacer lo mismo con los candidatos que pudieran ocupar el puesto que había quedado vacante en la manada. Es decir, que desde aquella mañana, Adam se había sentado frente a todos los miembros de su manada (incluso los servicios de seguridad quedaban suspendidos ese día, realizándose la vigilancia por parte de un par de guardias que estaban conectados a la reunión por medio de cámaras, y delegaban su voto en una persona de confianza); y ante todos los lobos que la familia Lobingston había invitado a pasar unos días con la manada, para acompañarlos en
La comida en el gran salón de la casa de la manada, se convirtió en un evento totalmente incómodo para Sarah. Ella había tratado de comportarse con discreción, y dejar a Adam en un buen lugar. Pero en cuanto ambos entraron en el salón,donde ya estaban comenzando a sentarse los comensales, le quedó claro que no habían tenido suficiente precaución, ya que la chica con la que estaba hablando justo antes de que Adam se la llevara abruptamente de la habitación, se sntó a su lado, y le dijo:- ¡Que envidia me dais!- ¿Perdona?- Si ya sabes, nosotros también éramos así cuando nos emparejamos, desaparecíamos en medio de una comida, de un viaje, en alguna ocasión incuso en medio de una reunión con visitantes de fuera. No podíamos contener la pasión, como vosotros ahora.Sarah enrojeció de vergüenza, y baj&oa