Bruno sonreía de forma burlona ante el correo que le llegó.

"Así que quieres algo que hacer no, que tal planear una boda, así te mantendrás ocupada, pequeña desvergonzada."

Bruno moría por ver qué cara iba poner Irene después de ver todas las cosas que tenía que hacer para la ceremonia.

Pensando en eso se apresura a volver a casa temprano, toma su teléfono y sale de la oficina.

Cuando llega a casa un delicioso aroma lo recibe, revisa su reloj y le parece extraño que su nana siga ahí, será que la mujer la está reteniendo y la hace trabajar de más en su ausencia,

Al pensar en eso, se apresura a la sala y deja su maletín, después camina hacia la cocina para ver qué está pasando.

Y de espaldas moviéndose de un lado a otro bailando está la pequeña pelirroja, y el opta por quedarse ahí recargado en la puerta observándola asta que ella se percate de su presencia.

Irene.

Ya se que el no volverá temprano así que le dije a la nana que hoy no quería cenar, pero en realidad quería matar el tiempo