_ Largate de aquí, Pablo, antes de que haga lo mismo contigo. Pablo miró a Fernando con desprecio, pero lo que vio en sus ojos lo obligó a alejarse a toda prisa. No se trataba de un hombre defendiendo a su negocio, sino de algo más profundo y animal. Yo misma me sorprendí. Habría podido decir que sé trataba de celos, aunque no quise hacer cábalas o especulaciones sobre el significado de aquel gesto. Fernando me tomo en sus brazos. _¡Estás bien! _ Si _ dije yo con la voz temblorosa. _ No llores! _ No estoy llorando, me estoy riendo! _ dije yo _. Esa gargantilla debió costarle una pequeña fortuna. _ Todo ha sido culpa su ya! Se lo merecía. Entramos en el salón y bailamos por última vez, abrazándonos amorosamente, para que Pablo entendiera el mensaje último de lo sucedido. Se había retirado inmediatamente a su camarote. La noticia del desafortunado encuentro se extendió a toda prisa y, mientras Fernando buscaba algo de beber, Betty y Sara se acercó junto a mí. _ Supongo que es
Después de aquel caso con Pablo, los invitados comenzaron a marcharse. Tuvimos que atrancar en Gibraltar, porque un""asunto urgente"" obligo a Pablo a regresar a Italia. El padre de Sara también tuvo que marcharse para resolver una repentina crisis en una de sus empresas. Su hija y su esposa partieron con él.Amber anuncio que se marchara con ellos. Pues este suceso llevo a Betty, a desahogar su ira sobre mí. _ ¡Todo es tu culpa! ¡Maldijo el momento que dije a Fernando que debía presentarte! _ Ese Amber, solo está buscando la oportunidad de proponer matrimonio a Sara. _ Se comprometerá con ella ante de que lleguemos a casa!. _ Eso espero! _ Respondió Fernando. _ La pobre Sara vino por ti y la decepcionante por completo! _ Estaba muy ofendida por tu actitud. _ No, no creó que sea justo como lo dices Betty. _ Probablemente, se siente aliviada de librarse de mí. Yo solo me quedé viendo, como esos dos se tiraban palabras uno por uno. Hasta me pareció gracioso. _ Betty, espero que
En cuanto desembarcamos en Southampton. Solo estábamos los cuatro, Wendy y Sheila hablaron por un largo rato. Era todo en carcajada. Después ellas, se despidieron. Petter propuso la idea de ir a cenar mañana en su casa. Sheila aceptó yo igual. Después que estuvimos solos, disidí llevarla a cenar a un delicioso restaurante del puerto. El Valle de primavera, es un restaurante,hermoso y lujoso. Era Tan de lujo que había nivel de super vip. Ya que era uno de mis restaurantes favorito. Tenía el VIP DIAMOND, quien lo posea, es un miembro de todo lujo. Al llegar Sheila me dijo. _ ¡Sabías que, para comer en este lugar, necesitas una tarjeta vip?! _ Si, lo sabía! Yo sonreí. La mente de esta chica está repleta de información, moda, espectáculo, finanzas. Sabía de todo y yo aprecio donde hay oro. Y justo delante de mi abia una mina repleta, esa mina era Sheila. Era un lugar fabuloso y nos dirigimos al piso VIP DIAMOND. Entramos y nos colocamos en una mesa apartada e íntima esquina. _ Est
Después que el mesero, se marchara, yo proteste. _¿Estás loco? _ Ahora me agregas tu apellido _ dije yo. _ ¡Té dire algo! ¡Aquí solo traigo personas muy queridas por mí, por eso suponían que tú eres mi esposa! Quede boquiabierta al escuchar tales palabras. Resulta que ahora soy muy querida por este hombre. Parece que la suerte está a mi favor Por unos segundos nuestras miradas se cruzaron, sentí un hormiguero en mis extrañas. Este hombre me está sacando los nervios de puntas. Hace varias semanas que estuve con él, en el barco. Muy pegada, con besos muy apasionados, sentía cosas muy tentadora. Ahora que le pasa a mi cuerpo lo veo y se me hormiguea. Comimos y practicamos sobre como todo debía de quedar bien. Y también como me las arreglaría para no estar en contra de Betty y ganarla. Era justamente enfrentarme al demonio. Nada de eso, no me preocupaba, tengo una familia justa como el demonio. Pues Betty, será lo de menos. Cuando bajamos a la planta baja del restaurante. Todos nos m
Horas más tardes, alguien llama a mi puerta. _ ¿Señorita Sheila? _ ¡Si! _ respondí yo. _ Su desayuno esta lista _ dijo una persona desde afuera, pero era la voz de un hombre. _¿Desayuno? ¿Qué hora es? _ ¡Son las ocho de la mañana, señorita! _ respondió la persona. _ ¡Diablos!, significa que me dormí hasta el día siguiente. Quien, no después de tomar una siesta en estas suaves corcha de peluche fino. _ ¡Gracias! En un momento bajo. Me bajé de la cama, me di un rico baño caliente. Me cambié colocándome una fabulosa falda floral, combinado con un top crop que resaltaba mi figura, unos tacones negros que me marcaba la altura y una postura de toda gala. Baje las escaleras, Fernando estaba sentado en la mesa, me invito a sentarme. Alguien estaba parado a su lado sirviendo café. De una supuse que era la persona que me hablaba a rato. _ ¡Buenos días, dormilona! _ me dijo Fernando con una sonrisa. _ ¡Muy buenos días, Fernando! _ respondí yo. El mayordomo me indico mi asiento. M
Al llegar ala oficina directiva, nos dirigimos a la sala de justas administrativas. Yo solo lo seguí. Unos minutos una hermosa chica, pelo corto, alta y unos ojos redondos, entro a su despacho. _ ¡Buenos días!, Señor Fernando _ dijo ella en un tono suave y atractivo. _ ¡Buenos días! Madelain _ respondió Fernando. _ ¡Señor le apetece un café! _ argumento en un tono más seductor. _ Si, mejor un capuchino y traiga un café late con crema para Sheila _ dijo Fernando. _¡Mucho gusto señorita!, soy Madelain _ dijo ella con un tono no tan agradable para mis oídos. Ahora entiendo, todas las miradas, desde la entrada. Todas las chicas tienen sus ojos puestos en Fernando. Más su asistente personal Madelain, que acaba de mandarme una señal, que ella me tendrá a la vista. Casi el 60 % de los empleados en esa empresa eran mujeres y por su puesto todo llegaron con el propósito de llegar a Fernando, que a sus 34 años estaba soltero. Hasta yo. Ella salió, pero entra otra en minutos de salir la o
_ ¡Wau! Qué impresionante, ahora veré como esas gatas salvajes aran para acercarse al presidente. Ahora se comportarán _ el presidente es muy bueno, los trata a todas, muy bien. Por eso toda se le quieren tirar. _ Bueno, pues tú también eres una chica bella? _ dije yo. _ De verdad, muchas gracias, señorita Sheila! _ dijo Martha. _ ¡De nada, querida!, ¿en qué departamento estás? _ le pregunté yo. _ En publicidad de cosméticos, soy editora! _ dijo ella. _ Qué interesante, pues _. Espero verte una aproxima vez _ dije yo. _ Gracias, señorita, gracias, gracias _ dijo ella entusiasmada. Yo me acabo de encontrar una amiga. No contada como rival, sino como mis ojos en la empresa. Ella sí sabe usar todo a su favor. En menos de una hora en la empresa ya marqué mi territorio. Y también marcada para ser derrumbada por las demás aspirantes. Que están puestas para conquistar el corazón de Fernando. Fernando, concluyo la reunión con los empresarios firmando unos contrato. Las chicas acompañad
Fernando arrancó el auto. En este mismo instante Sheila rompió en carcajada. Fernando la mira sorprendido, desconociendo motivo de su felicidad. _ ¿Qué pasa? _ ¿Es en serio Fernando? _ Hoy me traes a tu empresa dejándome en vista de todas estas gatas salvajes. ¡Tengo en mente que ellas harían cuál quien cosas por ti.?! _ ¿Qué paso mientras no estuve en la oficina? ¿Alguien te vino a molestar? _ No, nada de eso!. Ella seguía con la carcajada hasta sentir que le dolieron las mejillas. Sheila no esperaba, por un momento ella se sintió tan importante para Fernando, celos también de todas las chicas en la empresa. Por lo menos ellas estaban en su empresa trabajando pero no fingiendo algo. El caso de ella. Era diferente desde el fingimiento surgió el amor. Ahora ella no se sentía que podía fingir. Quiere disfrutar el momento con él. Demostrarle su amor. Pero es un contrato entre ambos, no conoce lo que pasa realmente en la mente de Fernando. Si él también siente algo por ella. Como p