- Sofí, lo sé, sé que debería hablar con él y aclarar lo sucedido, la razón de su compromiso y el por que al final no se casó. – Murmura Valentina sintiendo el peso de aquella situación y la tristeza que amenaza con cubrirla nuevamente en aquella ocasión ella realmente estuvo muy mal, incluso Sofia tuvo que ser muy paciente para que la Valentina de siempre regresara. - Tal vez te lleves una sorpresa. – Anima Sofia. - Eso es lo que me preocupa Sofí, que no sea una sorpresa agradable, o dime hasta ahora tu ¿has hablado con Maximiliano sobre su relación con Lorena? o le preguntaste si después de irse tuvo cualquier tipo de relación con otra mujer. – Cuestiona Valentina, sabiendo que si hay alguien en el mundo que entiende sus motivos es precisamente Sofia. - Tienes razón, ese tipo de pregunta puede obtener como respuestas una verdad dolorosa. – Admite Sofia ya que ella misma por largo tiempo y mucho más desde aquella velada donde por fin Maximiliano le hablo de
- ¿Estás segura de que se puede confiar en él? – Pregunta Saul con algo de desconfianza mientras toma su copa de vino en un elegante restaurante de la ciudad. - No lo sé con exactitud, pero, ¿a quién queremos engañar? – Cuestiona Lorena. – hasta ahora ninguno de tus movimientos ha funcionado, por lo menos así tenemos una oportunidad más. – Explica tranquilamente. - Eso es verdad. – Secunda. – Aun así, no estaría de más saber sus motivos de esa forma estaríamos seguros que no se volteará contra nosotros después o que sus planes no nos van a afectar. – Añade analizando las posibilidades. - Lo estoy investigando, pero la verdad es que aún no encuentro la conexión, pero algo interesante es que esta apunto de asociarse con Corporación Montenegro en un gran proyecto, así que seguramente ya tienen todo un plan. – Sugiere. – Creo que lo mejor es que lo dejemos encargarse por el momento, así nosotros también tenemos tiempo de hacer planes, supe que sucedió algo hace p
La pregunta desconcertó un poco a Maximiliano que no entendía que quien podría estar hablando Sofia hasta que ella le extendió las imágenes que tenía en la mano haciendo que el impacto en el fuera bastante notorio.- ¿De dónde sacaste estas imágenes amor? – Pregunta Maximiliano curioso.- Yo pregunte primero. – Responde Sofia tomando asiento de nuevo, observando cada expresión de su esposo. - Fue una compañera de la universidad su nombre es Silvia Heredia, nos llevábamos bien, compartimos algunas clases por lo que fuimos compañeros de grupo, eso fue todo. – Explica Maximiliano con calma.- Ya veo. – Dice Sofia pensando. - ¿Por qué no se nada de ella? – Pregunta poco después.A Maximiliano le hubiera encantando omitir ese detalle, pero obviamente su inteligente esposa no se lo permitiría, así que no tuvo opción que contar todo, sin omitir detalle.- Bueno, cuando nos graduamos, yo debía regresar así que me despedí de ella hasta ese momento había sido una
Faltaban unos días para la boda, Maximiliano ya se había rendido ante la petición de su abuelo y decidido aceptar, no podía dejar de sentirse mal porque Sofia se viera obligada a casarse con él, pero la situación ya se salía de su control pues en realidad aparte de unir sus familias todo era por ella, para que pudiera contar formalmente con el respaldo que le ofrecían los Montenegro y así su tío no se aprovechara de la situación para quedarse con todo lo que sus padres le habían dejado a ella.Ese día Maximiliano no podía dejar de recordar el momento en que la volvió a ver después de su regreso al país ya que sintió como su corazón se detuvo en el instante en que ella ingreso al gran salón de la mansión Montenegro donde su abuelo la había citado para que hablaran sobre el matrimonio, para él estaba aún más hermosa que antes, como si eso fuera posible, pero aun así tuvo que fingir indiferencia, mucho más al ver que ella tampoco mostraba ninguna buena emociona al verlo, lo que era clara
- Antes que nada, debo agradecerte por tus sinceros sentimientos hacia mí. – Expresa Maximiliano lentamente, procurando cuidar muy bien sus palabras para evitar lastimar a Silvia.Al escucharla ella sintió como todas sus esperanzas se hacían añicos pues ya intuía lo siguiente que Maximiliano diría y efectivamente así fue.- Lamento mucho no poder corresponder tus sentimientos. – Dice con cuidado agregando rápidamente. – Eres una mujer maravillosa, cualquier hombre estaría más que feliz de ser apreciado por ti.- Pero tú no eres el caso. – Interrumpe Silvia en un pequeño hilo de voz que amenaza con romperse, Maximiliano se sentía realmente mal por ella, sin embardo sabe que sería peor mentirle o darle ilusiones de algo que nunca podrá ser.- Seguramente si otra fuera mi situación, quizás también hubiera sido mi caso, pero la verdad es que mi corazón ya le pertenece a alguien. – Confiesa, es una verdad que solo en un momento como ese donde ella le está hablando c
Lo que parece ser un día normal en Corporación Montenegro se convierte en el inicio del dolor de cabeza y de ¿corazón? más grande para el desinteresado presidente Maximiliano Montenegro.El paso apresurado de su mano derecha lo deja muy claro cuando a pasos agigantados casi corriendo llega hasta la puerta de la oficina de presidencia para informar lo que a su parecer puede ser una hecatombe.Erick rápidamente toca la puerta con lo que recibe el pase por parte de Maximiliano que como siempre está totalmente absorto en su trabajo.- ¿Qué pasa Erick?, te dije que no me molestaras en toda la mañana, debo terminar este diseño. – Le recuerda Maximiliano sin siquiera levantar la cabeza de su computadora. - Lo recuerdo señor, es solo que la información que traigo puede ser muy importante. – Menciona Erick nervioso, pues es completamente consciente de que es más que importante. - Pues habla rápido entonces,
Una vez Erick ha salido casi corriendo de la oficina, Maximiliano aún no se puede volver a concentrar en su trabajo, toma su celular y lo suelta una y otra vez, sin saber si marcar ese número o no hacerlo, en los dos años de matrimonio con Sofia, jamás la ha llamado directamente, ahora duda si ese todavía es su número de teléfono.De hecho, hasta ese momento nunca había visto mayor problema, desde que se casaron ambos sabían que era por un contrato, algo que sus familias habían pactado con anterioridad, así que no veía el por qué tendría que tomarse enserio su matrimonio además recuerda muy bien su conversación luego de la boda.- Mañana asignare seguridad para ti, desde ahora eres la señora Montenegro. – Menciona con indiferencia Maximiliano en la sala de su nuevo hogar, donde Sofia tomaba su café tranquilamente para responder. - No es necesario que uses tu seguridad, yo tengo la mía, así que no tienes que preocuparte de eso, simple
Para ese momento Sofia tampoco estaba feliz con la situación, entiende porque su abuela le pide que haga esto, pero el saber que Maximiliano podría renunciar a lo que más ama que es su empresa para no casarse con ella fue un golpe demasiado fuerte por lo que ese día decidió tomar las riendas de la conversación y dejar las cosas claras, de esa manera serían más fácil los dos años que les esperaban juntos Solo era un contrato así de simple, por lo que nada tenía que cambiar para ellos, unos años atrás Sofia hubiera estado absolutamente feliz saltando en un pie con la idea de ser la esposa de Maximiliano Montenegro, pero para ese momento realmente era más un pesar que otra cosa, así que decidió hacerlo practico. Diciendo aquellas palabras sentía que podía dejar tranquilo a Maximiliano con respecto a su matrimonio y por otro lado ella también se evitaba volver a caer en ilusiones falsas sobre su relación con Maximiliano, lo mejor era mantener una distancia