"¡No, la de convertirme en una rana! Claro que me refiero a la de ocultar mi olor".

"¡Era una pregunta genuina, no necesitas ser sarcástico!". Indy me frunce el ceño.

"¿Tu madre no te enseñó buenos modales?".

Había conocido a mucha gente que me tenía miedo como cazador, pero nadie como Indy. No parecía importarle lo más mínimo, casi como a Neah. Aunque yo no era el único lobo de la habitación que tenía problemas con ella. Los ojos de Xavi estuvieron fijos en ella durante casi toda la conversación. Solamente la dejaba brevemente para mirar a Klaus.

"Sí, siempre es así". Klaus susurra a Xavi.

Indy saca el pequeño frasco de líquido azul de la caja fuerte. Lo agarra con fuerza en la mano. Se gira lentamente para mirarnos. "Esto es todo lo que tengo. No creo que pueda conseguir más".

"Una gota por hora". Asiento. "Lo recuerdo, pero no es para mí. Es para el lobo blanco".

Ella se vuelve hacia Klaus con la mano extendida. Detrás de él, la nariz de Xavi se retuerce, un ruido grave vibra