Definitivamente era una seguidora de Serkan. Silas estaba ciego a tantas cosas que casi me sentía mal por él. Si tan solo se hubiera dado cuenta de su propia fuerza.

“Nunca dije si te llevaría conmigo viva o muerta. No mataré al pequeño Quinn, pero tú ya me hiciste enojar. Todo lo que escucho y veo son mentiras. ¿Acaso Serkan te hizo hacerlo? ¿Quería mantener a Silas bajo control? ¿O fue tu idea? Lo viste un día y pensaste que era un blanco fácil, ¿verdad?”.

“Vete a la mierda”.

“Lo viste y pensaste ‘blanco fácil’, ¿verdad?”, le vuelvo a preguntar. Su alma me dice que tengo razón, pero la expresión de su rostro me dice que está lista para matarme.

“¡Es mi pareja!”.

“¿Lo es, o eso es lo que querías que fuera? Verás, encontré una linda foto de ti y tu hijo. Solo que había algo extraño en ella. Tú eres una usuaria de fuego, pero terminaste con cicatrices por quemaduras, y ahora, por una especie de milagro, no tienes cicatriz alguna. Es una pequeña inconsistencia en tu historia, Thalia