Mallory

Me dejo caer en el sofá. Los tres niños dormían la siesta al mismo tiempo. Fue una especie de milagro. Y yo estoy agotada. Quizá yo también pueda echarme una siesta.

Cierro los ojos y oigo un ruido extraño en el piso de arriba. No era un llanto, sino más bien un gemido o gruñido gorgoteante. Aparte de los chicos, yo era la única que estaba en casa. Eric había ido a solucionar un problema.

Subo las escaleras y reviso mi habitación y luego la de Luca, donde también estaban los gemelos. Luca y Logan están profundamente dormidos, pero en la esquina de la cuna de viaje de Evrin hay un pequeño licántropo que me mira fijamente con sus brillantes ojos azules.

Neah me lo había advertido, pero incluso después de esto, seguía siendo una sorpresa. Nunca había visto a un licántropo tan pequeño.

“Tu mami me advirtió”, murmuro mientras me inclino para sacar su camiseta y su pañal destrozado de la cuna. “¿Qué vamos a hacer contigo?”.

Me mira fijamente y, muy despacio, sus ojos se cierran