Raven

La forma en que me hablaba me resultaba tan familiar. Midnight también bajó la guardia. Sonaba igual que el Jenson que conocemos, el hermano que yo amaba. No el loco que todos dicen que es.

No lo había visto desde el día que mataron a Jess. Cuando Damien lo vio en la calle, la idea de verlo había sido más de lo que yo podía soportar y había huido hacia el coche.

Seguía sin entender por qué él había dejado la manada y definitivamente no entendía por qué la había elegido a ella, que era eso mismo que él decía odiar.

“No lo hagas”, susurro, sintiendo cómo mi corazón se hacía pedazos otra vez.

“¿Hacer qué?”, me habla desde el fondo de la celda. “¿Llamarte hermana?”.

Frunzo el ceño, mirando su rostro cansado y demacrado. Él antes había sido alguien apuesto. Quiero decir, todas las mujeres parecían amarlo y que tenía a un sinfín de mujeres pendientes de cada una de sus palabras. Pero para mí, parecía agotado y retraído, nada que ver con lo que yo imaginaba. Un vínculo de pareja t