Blair

Cierro el grifo de la ducha, escurro el exceso de agua del pelo, tomo la toalla y la envuelvo alrededor de mi dolorido cuerpo. La mocosa fue rápida y se zafó de mi apretado agarre varias veces antes de que la inmovilizáramos.

La zorra era aún más impredecible de lo que pensaba. Definitivamente tenía práctica escapando, ya fuera como salvaje o como humana, pero eso no me importaba. Ella iba a morir.

Me molestó mucho que Jenson me impidiera matarla. Pero en el fondo, sabía que tenía razón. No necesitaba a Dane y sus lobos en mi puerta. Solo quería al favorito de papi.

Me sirvo otra copa de vino. Abro la puerta de un tirón, preparada para una nueva ronda de preguntas, solo para encontrarme con el silencio. Un hermoso silencio que me hace sonreír.

Duró unos segundos antes de que mis pies caminan más rápido sobre la alfombra. Un pequeño pánico resuena en mi corazón por haberme perdido la oportunidad de que Jenson la matara.

No escucho conversación ni discusión alguna. Sonrío, en