-Hola precioso, Almorzamos? – lo primero que hizo Hanna al salir de la casa de arte de Christofer, fue llamar a Jeremy, pero no obtuvo respuesta, entonces decidió mandarle un mensaje, el cuál contestó de inmediato “nena aún estamos en junta con Robinson y el nuevo personal calificado, esto va para largo”, su respuestas fueron muchas caritas tristes y ojitos llorosos – quieres que les pida algo para almorzar?, Cuántos son? – le escribía Hanna preocupada porque ya sabía como eran esas reuniones y aunque todos eran médicos en esa sala, se creían cuerpos gloriosos que podían pasar por alto las comidas – “eres lo máximo, ya te lo dije, gracias preciosa, pero Susana ya se encargó y ahora todos estamos con la barriga llena. Avísame donde vas a estar para llegar por ti apenas terminemos, resolviste lo de las piezas?”- Si todo resuelto, tengo que contarte, salí de allí con otro proyecto en mis manos, tengo mucho trabajo ahora, voy a estar en las oficinas de papá, voy adecuarlas para mi taller