CAPÍTULO 29. ESTO ES UNA CITA. Abner acomodó su cabeza en la almohada para intentar dormir cuando su teléfono sonó, miró con sorpresa que Adara le había enviado un mensaje “En el hotel Central, en treinta minutos, piso cinco, habitación 508”. Al mirar el mensaje que aparecía en su pantalla Abner se quedó perplejo, debido a su padre y abuelo Abner sabía que en ese hotel Adara se hospedaba con su madre, pero jamás se imaginó recibir un mensaje de ese tipo, ¿acaso ella lo estaba invitando?, ¿eso sería una cita?, se preguntó de forma inmediata. De alguna manera Abner sentía que Adara estaba actuando de forma extraña, ella había adivinado que aquella noche en que lo esperaba para darle una sorpresa, él había estado con otra mujer, también le había expresado su descontento y él estaba seguro que en estos momentos no era un hombre bien visto antes sus ojos, sin embargo esa tarde en la cena Adara se había comportado como una prometida feliz de compartir con su pareja, se preguntaba ¿qué pl
CAPÍTULO 30. NOS CASAREMOS. Abner quedó sorprendido por las palabras de Adara, “¿acaso dijo que no tenía pensado hablar?”, sin darse cuenta separó sus labios y abrió grandemente sus ojos, se obligó a reaccionar adecuadamente y a recordarse que las palabras de Adara no necesariamente significaban lo que él estaba pensando, así que lo mejor era preguntarle y salir de dudas. - ¿A qué te refieres? - dijo con voz grave, la joven sonrió, tomó la mano de Abner y se dirigió a la habitación que también se encontraba a media luz, se acostó en la cama y le hizo seña a Abner para que se acostara con ella, con cuidado el hombre se posicionó a un lado de ella, se acostó en la cama, en una posición muy rígida con sus manos en el abdomen y mirando el techo, la situación viéndola desde afuera era muy graciosa, él que en el pasado quería conocer chicas y experimentar antes del matrimonio y que en varias ocasiones había amanecido desnudo en la cama con una extraña, ahora estaba intimidado por la peque
CUARTA PARTE. MIEL. CAPÍTULO 31. ¿QUÉ SUCEDIÓ ANOCHE? A la mañana siguiente Adara despertó temprano como de costumbre, miró al hombre a su lado que la tenía abrazada y sonrió, pensó que tolerar a alguien más en su vida sería complicado y que dormir con alguien sería imposible, esa noche sería para ella una prueba de fuego, para su fortuna Abner era agradable, tenía buenos hábitos de higiene, olía bien, su piel era suave, se portaba con ella como un caballero, le tenía paciencia y se aseguraba de cuidarla. Adara había percibido lo suficiente como para sentir que Abner era confiable, y mejor aún necesario para sus planes de independencia, las cosas estaban saliendo bien para ella y se sentía agradable o como diría su madre “dulce como la miel”. Adara se dio cuenta que su vida rápidamente cambiaba, así que pronto sería una mujer casada, eso era realmente lo que quería experimentar esa noche, si sería capaz de besar, tocar, complacer al hombre sin sentirse asqueada, incómoda o forzada
CAPÍTULO 32. IR A CENAR. La mañana fue agradable para Ava y Adara, ambas visitaron universidades y verificaron sus programas de estudios, y aunque Adara lograba conseguir deficiencias en éstos programas según sus intereses, le entusiasmaba la idea de comenzar una nueva etapa en su vida. Por otro lado, Ava tenía sentimientos encontrados, le gustaba la idea de ver a su hija crecer, desarrollarse y aprender, pero temía por su futuro, le daba miedo que su exceso de sinceridad y confianza le agregaran enemigos como lo habían hecho con su padre en el pasado y sabía que también quedaría sola, nunca rehízo su vida, se dedicó en cuerpo y alma a criar y cuidar de su pequeña que pronto abandonaría el nido, dejándola sola y sin propósito, a su edad Ava sentía que ya no podía enamorarse de nuevo, tampoco aprender un oficio, tenía miedo de lo que sería su vida sin su hija, pensaba que solo podía refugiarse en la religión para olvidar su soledad. Por la tarde comieron juntas en la habitación de ho
CAPÍTULO 33. IR DE COMPRAS. Abner se sentía dichoso, era la primera salida formal y a solas que tenía con su prometida. Eso era un gran paso para su relación, mientras caminaba tomado de la mano con Adara al restaurante pudo darse cuenta cómo algunos hombres al pasar observaban a su hermosa prometida y eso le hacía sentir aún más contento, el saber que esa belleza estaba a su lado y pronto sería su esposa. Adara por su parte ni siquiera se percató de las miradas de admiración que algunos hombres le lanzaban y tampoco de las miradas de envidia de algunas chicas, mucho menos se percató del orgullo elevado de Abner, para ella era algo simple, solo caminaban juntos porque iban al mismo lugar. Al llegar al restaurante ambos cenaron demostrando su elegancia y educación en la mesa, para muchos era llamativo ver a una pareja tan joven demostrar tal elegancia en la mesa, era evidente para muchos que esos jóvenes tenían una educación distinta a la del promedio que se encontraba en el lugar,
CAPÍTULO 34. ACEPTARLO. Al salir de la tienda Abner sintió el fuerte y helado viento, se acercó a Adara y la abrazó para cubrirla del frío, Adara se tensó por un momento, ella solo esperaba que él sostuviera su mano, se sintió incómoda y actuó distante, él necesitaba saber el por qué de su cambio, no entendía que había hecho mal. -¿Por qué me abrazas? - preguntó con tono frío. -Quería hacerlo, así el calor de nuestros cuerpos nos protegen del frío. Adara asintió y caminó junto al hombre hasta llegar al auto, Abner notó que Adara parecía distante. -¿Estas bien? -Sí. -¿Te molestó alguna cosa? -Necesito estar preparada mentalmente antes del contacto físico - dijo sin más. Abner se sintió extrañado, hacía tiempo que había empezado el contacto entre ellos y nunca ella se había quejado. -¿Y las veces pasadas? -He investigado, me he preparado mentalmente y he acudido a ti consciente de que habran cosas nuevas. -Yo... no quería incomodarte, solo … no entiendo … es ilógico - dijo c
CAPÍTULO 35. DEJARLO IR. Adara durmió muy poco esa noche, como sucedía siempre que no respetabas sus dietas, su insomnio empeoraba, al igual que su humor, la ansiedad y angustia se volvían más fuertes y difíciles de controlar, no podía culpar a nadie sino así misma por hacer lo incorrecto, se sentó en la cama y acarició la superficie, trayendo a su mente imágenes de las últimas noches en las que conversaba con su prometido, se abrazaban y tocaban de acuerdo a sus curiosidades y preguntas, pensó que si Abner hubiese pasado la noche con ella tendría con quien hablar o a quien admirar, al darse cuenta de ese pensamiento su cuerpo se tensó más. Se levantó de la cama, teniendo su cuerpo muy rígido, caminó hacia la ventana y la abrió para sentir la fuerte y helada brisa en su rostro, apretó con fuerza sus puños, sabía que el abrazo que Abner le había dado horas atrás no debía producir tanta incomodidad en ella, pues ellos habían intimado mucho más que eso, pero aunque luchara no podía ir c
CAPÍTULO 36. CONSTERNADA. Adara no pudo responder a la propuesta de Abner, solo lo observó sin pronunciar palabras, se tomó el té en silencio ignorando su presencia y al terminar de beberlo solo pudo pronunciarle una frase - ha sido una buena charla. Tomó sus llaves y salió de la habitación, obligando al hombre a retroceder, Adara caminó directo hacia el elevador, pero fue detenida cuando Abner la tomó de la mano impidiéndole avanzar más, se acercó lentamente hacia ella obligándola a retroceder, quedando su espalda contra la pared. Abner colocó las manos a los lados de su cara, teniendo a Adara presa, mirándola profundamente a sus hermosos ojos azules. - No hay motivos para que desconfíes de mí, si aún no te acostumbras del todo a mí, no te preocupes, nos queda el resto de la vida para que lo hagas. Adara solo podía observar los hermosos ojos del hombre, no había nada en su mente, ni miedo, ni tristeza, ni temor, o ansiedad, y eso era lo que en ocasiones podía perturbarla, n