"¿Por qué demonios dejé que me convencieras de salir a almorzar?". Me quejé mientras veía el paisaje pasar rápidamente frente a nosotras.

Había pasado mucho tiempo desde que salí de nuestra finca. Creo que la última vez que estuve fuera fue cuando fui a la boda de Ava. Para ser honesta, me sorprendí cuando me invitó. De todas las personas, pensé que yo sería la última persona que querría en su boda.

"Porque necesitabas salir", Molly respondió, regresándome a la conversación.

"Yo si salgo de la casa, Molly", dije, defendiéndome.

Su burla me irrita mucho.

"Salir al jardín no cuenta como salir", respondió. "Ahora, deja de quejarte y simplemente siéntate y relájate. Disfrutarás de esta pequeña salida, te lo prometo".

"Lo dudo".

Con eso, me recuesto contra la silla y cierro los ojos. Por mi mente pasaban mil pensamientos por minuto. No podía comprenderlos ni controlarlos.

Desde mi conversación con Molly en mi habitación, mi mente ha estado llena de ideas. Sé que no será fácil, pero