Rowan

No puedo explicar el miedo que sentí cuando vi al bastardo apuntándole con una pistola en la cabeza. Ella estaba temblando y las lágrimas caían por su rostro. La escuché suplicar que la perdonara, pero sabía que no lo haría.

Cuando cerró los ojos, como aceptando su destino, casi me hizo caer de rodillas. Si no fuera porque sabía que estaba cansada, habría perdonado al hombre solo para darle mi propia versión de tortura.

“Necesita un doctor, Rowan”, dice ella en voz baja mientras me arrodillo frente a ella.

Ya había enviado un mensaje a Gabe. La ambulancia llegaría en minutos. No es que no me importara Emma; me importaba. Simplemente me importaba más Ava.

Tomo su rostro suavemente entre mis manos. Su mejilla estaba hinchada, al igual que su ojo. Ya estaba amoratado, y su labio estaba partido.

Mi rostro se endurece al pensar en alguien poniendo sus manos sobre ella.

“¿Quién te golpeó? ¿Fue Ronny?”, pregunto entre dientes apretados.

Ella se estremece cuando paso mi mano por