— ¿Te gustó la película? —pregunta Garreth, recibiendo los helados y extendiéndome el de fresa.
—Mucho. No sé por qué Megan dice que la película es una mierda en comparación al libro.
—Bueno, en el libro ellos no terminan juntos.
—A eso se le llama spoiler—bromeo y Garreth palidece.
— ¡Lo-lo siento! ¡Yo no pensé que...!
Mi risa lo interrumpe. « ¿Sera su primera cita? » Ya perdí la cuenta de cuantas veces se ha sonrojado durante la cita.
Dejo de comer el helado cuando sentí mi tel&eacut
— ¿Te gustó la película? —pregunta Garreth, recibiendo los helados y extendiéndome el de fresa.—Mucho. No sé por qué Megan dice que la película es una mierda en comparación al libro.—Bueno, en el libro ellos no terminan juntos.—A eso se le llama spoiler—bromeo y Garreth palidece.— ¡Lo-lo siento! ¡Yo no pensé que...!Mi risa lo interrumpe. « ¿Sera su primera cita? » Ya perdí la cuenta de cuantas veces se ha sonrojado durante la cita.Dejo de comer el helado cuando sentí mi tel&eacut
— ¿Te gustó la película? —pregunta Garreth, recibiendo los helados y extendiéndome el de fresa.—Mucho. No sé por qué Megan dice que la película es una mierda en comparación al libro.—Bueno, en el libro ellos no terminan juntos.—A eso se le llama spoiler—bromeo y Garreth palidece.— ¡Lo-lo siento! ¡Yo no pensé que...!Mi risa lo interrumpe. « ¿Sera su primera cita? » Ya perdí la cuenta de cuantas veces se ha sonrojado durante la cita.Dejo de comer el helado cuando sentí mi tel&eacut
Recuerdo haberme preguntado si debería de empezar a confiar en Nayet. Y no solo porque me arregló para mi cita con Garreth, que por cierto lo hizo excelente aunque el precio fue un armario desordenado y un dolor de cabeza; sino en todo, en la vida.Hacer de Nayet mi aliado. Olvidar lo malo, su hipocresía y descaro y darle esa pizca de confianza que alguna vez de estúpida le di y que hoy en día estoy pensando en volvérsela a dar.Entre sigilosamente a la casa, las campanillas de la puerta sonaron levemente pero no al punto de llamar la atención de nadie. Cuando la cerré y me di la vuelta, la imagen de la tía Amber en bata y furiosa me hizo dar un salta.— ¡¿Dónde estabas?!¡A la madre! Que espanto.
Puedo sentir la mirada de McCarthy sobre mí, observándome, examinándome, analizándome y Dios sabrá pensando qué cosas.—Diana—vuelve amenazar Megan, anticipándose a la curiosidad de nuestra amiga.— ¡Pero necesito saberlo! —chilló—. Desde la mañana se nota que está de mal humor y la única que sabe el porqué es ella—me acusa.—Yo no sé nada—me defendí golpeando su mano.Desde que el sol salió, por los pasillos de Belmont solo se hablaba del príncipe azul una vez más, muchas murmuraban y especulaban sobre la nueva novia—o perra—que se atrevió a mar
Si sabes contar, te darás cuenta que en mi cabeza solo está una persona. Una chiquita y retorcida persona que se la pasa bailando la macarena o el Gangnam Style porque sabe que en el juego del engaño él siempre ganará.Lo preguntare de nuevo: ¿Qué tramas, Nayet? ¿Por qué mierda me involucras a mí?—Ten, Debrah—Ashton me hace entrega del helado de fresa que fue a comprar para mí.En el parque de la ciudad, después de mucho tiempo suplicándome una cita, esta mañana al fin acepté salir con él al finalizar los entrenamientos.Tengo que alzar la mirada para verle la cara. Llevaba su cabello azabache rapado por los lados y más abundante por arriba, se notaba a leguas que se había esmerado en estar presentable y menos rústico que de costumbre, a
— ¡Hija de tu madre tenías que ser! —Me empuja con fuerza dentro de la habitación—. ¡TODO LO RESUELVES CON GOLPES!—La cabeza llena de mierda, ¡Igual que tu padre! —escuche al otro lado del pasillo la voz de Anton regañando a Nayet.Anton y Amber se cruzaron de brazos, alternando las miradas en nosotros. No sé quién está peor, o quien tiene más golpes, o quién bota sangra más, lo que si sabía es que parecíamos salidos de una pelea callejera.— ¿¡Cómo es posible que hayan destrozado la sala en una hora?!— ¡Y todavía lo preguntas! —Se quejó Anton—. Está claro que nunca los disciplinaron bien.Nayet se pone en guardia cuando Anton va por él, pero lastimosamente Amber lo detiene.
Dos días han pasado y Nayet y yo no nos hablábamos. Incluso viviendo en el mismo corredor era como si no nos conociéramos, por suerte era buena actuando como si él no significara nada para mí, lo he hecho durante dieciséis años. Lo malo era ¿Por qué actuaba en vez de ser así?Esa pregunta no me dejaba estudiar tranquila. Tal vez... solo tal vez, empezaba a caerme bien, después de todos estos años sería un milagro. Pero por supuesto que él lo tuvo que echar todo a perder por su repentino ataque de macho alfa que no acepta un rechazo.Si cruzábamos miradas era para terminar siendo indiferente con el otro, y si era estrictamente necesario hablar éramos súper cortantes: «La comida está lista», «Te llaman»...Efectivamente nuestros padres se enteraron y corrieron con los gastos del televisor r
A lo largo de la vida vas conociendo personas y cada una te deja una enseñanza, yo por ejemplo, soy la persona que soy ahora por ellos:Megan me enseñó a luchar con garras y dientes por mis sueños.Rafa, que un corazón roto te fortalece.Nayet, que las apariencias engañan.Adrián, que nunca se es lo suficientemente hijo de puta.Y Nova, a no permitir que nadie me pase por encima. Inconscientemente también a manipular, engañar y sonreír cuando el momento lo amerite.Nunca creí conocer a alguien que le hiciera competencia y efectivamente, no lo hubo ni la habrá, no hay nadie que le llegue a los talones, nadie nacerá con tanta perversidad.