En algún momento de mi corta vida sabía que iba a terminar así, digo, las circunstancias llevaron a nuestros padres a vivir juntos en su época universitaria, era casi predecible que Nayet y yo también.
Sin embargo, de todas las formas posibles ésta era la que menos me imaginaba. Esperaba más un programa de rehabilitación para adolescentes conflictivos donde a Nayet lo insertarían en un psiquiátrico y a mí en problemas de ira.
Pero no, nos tocó un destino peor.
Convivir frente a frente con tan solo dos pasos de distancia a cada puerta; viendo las facetas que jamás pensábamos ver del otro.
Por ejemplo: Nayet por primera vez vio las etapas d
« ¡Vamos a perrear, amix! » lo primero que pensé fue: ¿quién es?Hasta que vi la foto del identificador, ese cabello rosa destella con el recuerdo de una noche loca junto con unos tragos.¿Cómo consiguió mi número?«Lo siento. Ya tengo planes ☺️ » Respondí, volviendo acariciarle la cabeza de Zeus que me acompaña en el sofá.— ¿Quién es? —me pregunta Diana, atravesando su cabeza entre el teléfono y yo.Igual de metiche que su hermano.—Una lesbiana—contesto con simpleza, ella se aparta con rapidez haciendo una cruz con sus dedos
Por fin es viernes y aun no tengo planes para esta noche; lo cual para una adolescente que no le gusta estar encerrada en cuatro paredes con vida social es claramente muy triste.En fin, a seguir rogando.—Por favoor—Le vuelvo a suplicar a Megan—. Luego sigues escribiendo, lo único que te pido es una noche loca conmigo. En Júpiter.—Eso sonó mal—me mira de reojo con una sonrisa pícara.Salgo del baño pasándome las manos mojadas por el cabello rojo para peinarlo un poco y a lo lejos veo a Nova, esta parada en medio del pasillo, como si su mente no estuviese aquí o allí, sino mucho más allá.Suelto un quejido de dolor cuando un chico pasó corriendo a mi lado golpeándome el brazo, pensé que
Entro a la casa luego de que el Nissan Versa de Megan desaparece. Me dirijo a la cocina para coger cualquier fruta que haya pero me llevo la sorpresa de ver a Anton en la estufa, cocinando.— ¡Hola, pequeña! —Me saluda animoso y mi rostro se contrae en una mueca de horror puro.Y de paso está de buen humor.—Bienvenida—un sonoro beso en la mejilla me hace despertar. Amber toma un cuchillo y comienza picar una especie de carne.— ¿Q-qué hay de comer? —me atrevo a preguntar, con cierto miedo.—Comida—respondió Anton.Ahí está el simpático de mi tío.—Anton—modula Amber com
— ¿Te gustó la película? —pregunta Garreth, recibiendo los helados y extendiéndome el de fresa.—Mucho. No sé por qué Megan dice que la película es una mierda en comparación al libro.—Bueno, en el libro ellos no terminan juntos.—A eso se le llama spoiler—bromeo y Garreth palidece.— ¡Lo-lo siento! ¡Yo no pensé que...!Mi risa lo interrumpe. « ¿Sera su primera cita? » Ya perdí la cuenta de cuantas veces se ha sonrojado durante la cita.Dejo de comer el helado cuando sentí mi tel&eacut
— ¿Te gustó la película? —pregunta Garreth, recibiendo los helados y extendiéndome el de fresa.—Mucho. No sé por qué Megan dice que la película es una mierda en comparación al libro.—Bueno, en el libro ellos no terminan juntos.—A eso se le llama spoiler—bromeo y Garreth palidece.— ¡Lo-lo siento! ¡Yo no pensé que...!Mi risa lo interrumpe. « ¿Sera su primera cita? » Ya perdí la cuenta de cuantas veces se ha sonrojado durante la cita.Dejo de comer el helado cuando sentí mi tel&eacut
— ¿Te gustó la película? —pregunta Garreth, recibiendo los helados y extendiéndome el de fresa.—Mucho. No sé por qué Megan dice que la película es una mierda en comparación al libro.—Bueno, en el libro ellos no terminan juntos.—A eso se le llama spoiler—bromeo y Garreth palidece.— ¡Lo-lo siento! ¡Yo no pensé que...!Mi risa lo interrumpe. « ¿Sera su primera cita? » Ya perdí la cuenta de cuantas veces se ha sonrojado durante la cita.Dejo de comer el helado cuando sentí mi tel&eacut
Recuerdo haberme preguntado si debería de empezar a confiar en Nayet. Y no solo porque me arregló para mi cita con Garreth, que por cierto lo hizo excelente aunque el precio fue un armario desordenado y un dolor de cabeza; sino en todo, en la vida.Hacer de Nayet mi aliado. Olvidar lo malo, su hipocresía y descaro y darle esa pizca de confianza que alguna vez de estúpida le di y que hoy en día estoy pensando en volvérsela a dar.Entre sigilosamente a la casa, las campanillas de la puerta sonaron levemente pero no al punto de llamar la atención de nadie. Cuando la cerré y me di la vuelta, la imagen de la tía Amber en bata y furiosa me hizo dar un salta.— ¡¿Dónde estabas?!¡A la madre! Que espanto.
Puedo sentir la mirada de McCarthy sobre mí, observándome, examinándome, analizándome y Dios sabrá pensando qué cosas.—Diana—vuelve amenazar Megan, anticipándose a la curiosidad de nuestra amiga.— ¡Pero necesito saberlo! —chilló—. Desde la mañana se nota que está de mal humor y la única que sabe el porqué es ella—me acusa.—Yo no sé nada—me defendí golpeando su mano.Desde que el sol salió, por los pasillos de Belmont solo se hablaba del príncipe azul una vez más, muchas murmuraban y especulaban sobre la nueva novia—o perra—que se atrevió a mar