La Entrevista.

El tan anhelado día llegó, me presente a la hora acordada en la dirección dada; por supuesto con un gran atuendo para causar una buena impresión, no tanto para no parecer desesperada pero si a la altura de la situacion.Cuando pregunté por Varis, me recibió un señor mayor, con canas en su cabello, de estatura baja y gafas con aumento las cuales tuvo que quitarse para verme bien. 

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Yo era una chica promedio, de constestura delgada, no era muy atletica pero la genetica me llevaba bien, tenia el cabello largo negro y lacio, de tez clara gracias a mi madre y de estatura alta gracias a mi padre; en fin; pude ser modelo, como era el deseo de mi madre, pero jamas lo intente, odiaba la ropa incomoda, ceñida al cuerpo, era feliz en jeans, tenis y camisetas.

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- Adelante, soy Varis.

- ehh... yo hable... con... interrumpe mis palabras

- Mi hijo, también se llama Varis, él es el segundo al mando, me hablo de ti y quiero conocerte un poco y por supuesto, explicarte de qué trata el trabajo. 

Me sentí aliviada, por un momento pensé que me encontraba en una especie de broma de televisión; El señor Varis era un hombre bastante educado, se notaba en sus palabras, en su forma de expresarse y en sus ademanes de gran jefe. Cuando lo mire más detalladamente pude notar que en efecto el Varis que vi el primer dia era muy parecido a su padre; teniendo por supuesto, la exclusividad de la juventud, su cabello largo y más estatura; quizás una versión mejorada de su padre. 

Durante la entrevista fui pasando por cada uno de los integrantes del grupo de trabajo, hasta llegar nuevamente hasta Varis padre, acordamos lo pertinente y sin más el trabajo era mío. Me sentí tan feliz en ese momento sin saber lo que se acercaba para mi vida, no era del todo felicidad.

- Te voy a presentar a la que será tu compañera de área y acordaras con ella lo pertinente al cargo.

Era una chica quizás de mi edad pero se notaba mucho más madura, quizás, un poco más experimentada de la vida, me habló con mucha dulzura y me explicó al detalle lo que iba a realizar en mi nuevo puesto.

- ¿Te parece si mañana nos vemos en esta dirección y te presentaré al resto del grupo?

- ¡Claro que sí! Muchas gracias!. - respondí

- No tienes que decirme jefa, tenemos la misma edad, solo trabajemos en equipo y todo saldrá bien!

Al despedirme con toda la gratitud de cada uno de los integrantes de aquella oficina, salí de las instalaciones; ya en la puerta, veo a Varis hijo bajándose de la misma camioneta en que lo vi la primera vez,  mientras su larga cabellera se movía en distintas direcciones por efecto de la brisa; en ese momento lo vi nuevamente pero ya mi mente no le pareció tan ridículo aquel personaje. Llevaba unas botas de trabajo, unos jeans y una camisa con mangas cortas ceñida al cuerpo lo que dejaba ver unos tatuajes en uno de sus brazos y uno en la mano. Aquella imagen me causo un pequeño golpe en el pecho, no entendí porque. 

- ¡Hola, que tal! ¿Cómo estuvo la entrevista?. Me pregunto una vez me vio acercarme. 

- Muy bien, ya estoy dentro, muchas gracias.

- ¡Que bueno!, entonces, nos estaremos viendo muy seguido, yo estaré en los proyectos, estoy a cargo. 

- Entiendo.

Me extendió la mano en modo de saludo y despido, yo lo imite. 

- Nos vemos, sé que sera bueno trabajar contigo. -mencionó.

- Nos vemos. - Respondí. 

Ya en casa no podía estar más emocionada, les conté a mis padres todo lo sucedido y de los futuros planes de viajes debido al trabajo y como esto aumentaba significativamente mi salario. Ellos no tuvieron la misma emoción que yo; pero entendía que no querían que su única hija mujer, les estuviera diciendo de manera sutil pero directa que ya era una mujer autosuficiente y que muy probablemente pronto se iría de casa. así que bajé un poco la emoción y decidí vivir el día con una gran sonrisa. 

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