En casa me quedé hecha un mar de dudas, no pude dormir en toda la noche pensando en lo que había pasado, Jorge me había enviado un texto a mi móvil diciendo que Varys ya estaba dormido y al parecer estaba más borracho que adolorido y que lo únicas palabras que mencionaba eran: ya lo sabe, es mi culpa. Eso me tranquilizaba a medias, no entendía porque Varys había reaccionado de esa manera con Karl, sé que en ocasiones se pasaba de pesado con sus comentarios, pero Varys perdía el control con él. No entendía porque le molestaba que Karl supiera lo nuestro, A demás estaban las palabras de Karl, no entendía sus palabras, quizás estaba dolido de saber mi relación con Varys, quizás fueran celos, no lo sabia. pero tenía que saber, había algo que no sabia, algo que faltaba, algo no encajaba. A la mañana siguiente recibí una llamada de Jorge diciendo que había dejado a Varys en su hotel, consciente y con resaca; adolorido pero que al parecer nada grave, que le indico que se daría una ducha
Ya habían pasado varios días desde el suceso incómodo en aquel Bar, todo estaba en calma. Varys que en ocasiones parecía un hombre reservado y callado, su elegancia y porte de hombre elegante y galán me confundia en ocasiones, con su otra fachada de chico rebelde y sin control qué perdía esa clase y distinción ante las provocaciones, Varys sin duda era un mar de sorpresas en cuanto a personalidad se refería, y siempre me preguntaba cual de esas dos fachadas fue la que reaccionó esa noche contra las provocaciones de Karl. En el trabajo era un hombre elegante, exclusivo para vestir, respetuoso, todo un caballero, callado, reservado y serio, sin embargo conmigo, era un hombre sencillo, con clase, pero muy natural y extrovertido, reia mucho, hablaba con emoción de la vida, ambas facetas me parecian tan diferentes que en ocasiones sentía que habían dos Varys en mi vida.... y así era.... - Este lugar es hermoso. - Dije mientras bajábamos de la camioneta. - Tú eres hermosa... esto sol
Llegué a mi apartamento casi de madrugada. aquella faena de sexo desenfrenado en aquella cabaña duró casi toda la tarde y noche, así que agotada, me duche y me tiré a la cama. antes de dormir, miré mi teléfono, Le escribí a Varys que ya iba a dormir. Al tiempo llegó un mensaje de alguien que no me esperaba. "Me gustaría hablar contigo, te pido disculpas por todo lo sucedido la otra noche, en serio me encantaría poder hablarte personalmente. Soy Karl. No digas No, por favor. " Me detuve a mirar el mensaje por más de un minuto, intentando descifrar sus palabras, intentando saber que responder. Karl, no era una mala persona, tampoco mi favorita, pero había algo en él que me inquietaba, me hacia desconfiar. Pensé que antes de cualquier sensación que el m
Las semanas siguieron con una calma que espantaba, Varys se la pasaba sorteando su tiempo en viajar de ciudad en ciudad para estar al tanto de todos los pormenores de la empresa. estaba una semana en la sede principal y luego se regresaba a estar frente del proyecto. Por otro lado, Karl asistía muy poco a las reuniones, llamaba a Jorge y hablaban de lo pendiente, cuando se dejaba ver, me saludaba con naturalidad, sin sofocos. - Podemos ir juntos, ¿no crees? - Le decía a Varys mientras le mostraba en el calendario la fecha marcada con tinta roja. - Sería Ideal para que te vieran nuevamente mis padres, y dejen de intentar buscarme novio cada vez que voy. Varys sonríe. - Entonces, ¿eso es lo que haces cada vez que vas a casa de tus padres.? - No creen que tengo una relación, porqué conocen a mi jefe, pero no a mi novio. a este paso voy a tener que decidirme si el trabajo o tú. - Estamos bien, quédate con el trabajo. - Varys Ríe. - ¡Varys...! - Reclamé - Esta bien, irem
- Deberías tomarte unos días para descansar. seguro pescaste algún resfriado o algo así. - Ya estaré mejor, no te preocupes Karl. muchas gracias por estar aquí. - Pues... sabes que puedes contar conmigo, en eso quedamos. ¿no? Una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro. - Gracias, Karl. pero ahora... - Una lagrima salió de mi ojo derecho - creo que quiero estar sola. Karl al ver mí estado, se levantó del sofa sutilmente... en silencio, intentando no mover nada en el pequeño espacio que había entre él y yo. - La oferta sigue en pié princesa, aquí estaré. Llegó hasta la puerta, tomó la perilla, vaciló un momento, sentí que quizás iba a devolverse, pero no había nada para él allí, no ahora, no así. luego de un pequeño instante abrió la puerta y salió sin mirar atrás. Esa tarde me dispuse a buscar respuestas, salí a la calle, llegué a una farmacia y pedí con todo el temor del mundo un par pruebas de embarazo caseras, fui a casa, leí las instrucciones y una vez entendid
Llegué al lugar a la hora acordada, no sabia a quien buscar o por quien preguntar, así que decidí, quedarme en el coche un rato mientras aclaraba las ideas, respiré profundo, trate de calmarme y que pasara lo que pasara debia mantenerme fuerte, no podia desfallecer, tenia un motivo muy fuerte para hacerlo. Bajé del coche para cruzar la calle y entrar al restaurante, pero me detuve en mis pasos un instante, al ver que un coche se detiene justo frente restaurante, veo que de la puerta de atrás del coche baja un señor con aspecto elegante y de cara muy familiar. Al fijarme bien, observo que era el padre de Varys el que desciende del coche, se da la vuelta para abrir la puerta que da para la avenida, veo que desciende una mujer, hermosa, con rostro juvenil y fasciones exquisitas, elegante y muy bien vestida; Varys padre la toma del brazo y cruzan la puerta del restaurante. Mi corazón latía fuerte, en mi cabeza pasaban mil y unas preguntas, pero mi corazón seguía temeroso pero firme,
Esa tarde salí del hospital, llamé a mis padres para indicarles que ya había salido de la cuidad, no quería preocuparlos y mucho menos explicar nada de lo que había pasado. Como pude fui a buscar el coche de Jorge, que había quedado justo frente a aquel restaurante. Volver a ese lugar me erizada la piel, me subí al coche y me dispuse a salir de la ciudad, en el camino trate de ir en calma, pero era inevitable pensar en como Varys me engañó por tanto tiempo, siempre que estábamos juntos muy pocas veces miraba su teléfono y cuando contestaba alguna llamada siempre se apartaba un poco de mí, esa era una señal... que estúpida... nunca lo vi; que ciega fuí, el tiempo que estuvo perdido semanas quizás estuvo con ella, y su disculpa era que no podía darme todo lo que yo merecía, que se había hecho a un lado. tonta, tonta, tonta me repetía una y otra vez... Estaba envuelta en mis pensamientos cuando desperté por el sonido de mi teléfono, solo ver el nombre de la persona que me llamab
Esa noche no pude dormir, estaba inquieta, pensaba en lo que había pasado, y tampoco ayudaba el hecho de que Varys estuviera llamando casi toda la noche, me envió mensajes unos con rabia otros con dolor. Decidí bloquear su número para no recibir más nada de él. En la mañana después de mis náuseas matutinas me dispuse a ir a la cita medica que tenia pendiente. Antes de irme de aquella ciudad debía saber como estaba mí bebé. La decisión de tenerlo yo sola, era la más acertada, era sin lugar a dudas el golpe más fuerte que le daría a mis padres, sabía que los iba a defraudar, pero no tenía otra opción, Varys iba a casarse con la pelirroja, el bebé no estaba en sus planes, y aunque tampoco estaba en los míos, jamás pensaría en deshacerme de él. - ¿Y en estos días como se ha sentido? - Pregunta el doctor mientras revisa mi presión-. - Muchas emociones he tenido últimamente, pero trato de controlarme. - Respondí. - Sería bueno un poco de tranquilidad, recuerde que los primeros mes