Capítulo 805
Ella intentó empujar el peso que tenía encima.

Pero su fuerza no pudo moverlo ni un poco.

Abrió los ojos.

Le llegó un leve aroma a alcohol.

Frunciendo el ceño y en un tono suave y tierno, preguntó: —¿Has bebido?

—No mucho, solo un poco —respondió él con la cabeza hundida en su cuello y hablando de manera indistinta.

Gabriela lo empujó de nuevo: —Pesas mucho...

Mientras Rodrigo besaba su cuello y jugueteaba con su ropa, no olvidó responder: —No es mucho peso.

Su respiración se volvía cada vez más pesada.

Gabriela se fue perdiendo poco a poco en su respiración, perdiendo la noción de sí misma.

No sabía cuánto tiempo había pasado.

Estaba tan cansada que no quería moverse, sintiendo sus brazos y piernas ácidos.

Pero Rodrigo estaba lleno de energía, sin parar de moverse.

—Tengo cosas que hacer mañana...

No pudo terminar su frase, ya que fue silenciada con un beso en los labios...

Después de mucho tiempo, Rodrigo finalmente la dejó en paz.

Ella yacía exhausta bajo las sábanas, sin moverse, c
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