El tono de Rodrigo fue sarcástico, "Tú, ¿qué más tienes que merezca la pena meterle mano?"

Luis se quedó sin habla.

La reputación que se ha labrado durante toda una vida había sido destruida por Rodrigo.

A punto de jubilarse, una acusación de matar a una persona.

¿No fue todo esto gracias a él?

Luis aún insistió, "No podría decírtelo aunque me hicieras mal a mí, a mi familia, porque realmente no sé nada."

"Parece que todavía no sabes las consecuencias."

Rodrigo hizo traer una silla y se sentó, con las piernas perezosamente dobladas, condescendiente e inimitable, "Felipe, ve y arresta a su mujer, a su hijo, a todos."

Luis estaba un poco asustado, no le importaba lo que le pasara, pero no quería involucrar a su mujer y a su hijo, "Si lo supiera, te lo habría dicho, pero yo, no sé, ¿cómo te contesto?"

"El hombre que te ayudó en la operación, ha confesado, Gabriela está viva, utilizaste un cuerpo quemado, para sustituirla." Los ojos de Rodrigo eran agudos, "Sabes su paradero, estás fingien