Sasha regresó a su pueblo natal con el corazón roto y lleno de dolor. Su ex pareja Tate Paterson le había sido infiel con su hermanastra Marcela, y ella se sentía traicionada y humillada. A pesar de su dolor, Sasha sabía que debía enfrentar lo sucedido y sanar sus heridas.

Sus padres la recibieron con los brazos abiertos, y a pesar de estar enojados por la burla que le habían hecho a su hija, se esforzaron por ayudarla en su proceso de sanación. Sasha se sumergió en una reflexión profunda sobre su relación con Tate y aprendió a perdonarlo, aunque no olvidó lo sucedido.

Mientras tanto, Tate se daba cuenta de que su acción le costaría caro. A medida que la noticia se extendía por el pueblo, su reputación se deterioraba cada vez más. Sus amigos lo evitaban y su familia lo desaprobaba. Además, sus enemigos, los de la manada del sur, aprovecharon la situación para acercarse poco a poco a la casa del pueblo de Sasha. Tate se dio cuenta de que había cometido un gran error y que de ahora en a