Capítulo 3

Helena: cómo es posible todo esto. Pensé que solo existían en los libros y ahora me doy cuenta de que es real todo lo que me has dicho. Porque yo sé que no ganarías absolutamente nada con engañarme y eso significa que su padre también es un hombre lobo.

Drake: al fin lo comprendiste. Ahora quisiera que me digas por mi nombre, necesito escuchar mi nombre de tus hermosos labios, por favor.

Helena: está bien. Pero eso no me parece lo más correcto, porque eres mi jefe y me pregunto qué destino me espera a su lado a partir de ahora.

Drake: cómo eres mi mate te corresponde estar a mi lado. Además, con el tiempo aprenderás amarme y te convertirás en mi amada esposa.

Helena: me estas pidiendo a mí que me case contigo. Si apenas llevas unas cuantas horas de conocerme y no sé qué decir al respecto.

Drake: solo te pido que te quedes a mi lado. Prometo hacerte feliz y nunca tendrás nada de qué preocuparte, nada más falta que toda mi familia te conozca y ahora es un buen momento para presentarte ante ellos como mi pareja eterna y mi futura esposa.

Helena: debo de estar tranquila. No puedo creer que después de tanto tiempo trabajando en la empresa al fin voy a conocer a toda la familia McGregor, estoy segura que su familia al darse cuenta de que soy su pareja se van a oponer de que estemos juntos.

Drake: eso jamás va a pasar. Ellos entenderán que debemos de estar juntos y no se te olvide que así lo decidió la diosa luna y nadie puede ir en contra de sus designios. Solamente que también me faltaría explicarte todo lo referente a la diosa luna y eso lo hare en otro momento.

Helena: ahora me siento nerviosa. Porque me puedo imaginar a su padre cuando se entere y no me siento preparada para que me presente ante ellos.

Drake: voy a estar contigo, mi hermosa luna. No tienes nada de qué preocuparte y cuando estemos al lado de mi familia, quiero que solamente tomes mi mano y me mires a mí. Ellos no dirán absoluta nada para hacerte sentir mal y además estás conmigo, yo siempre te protegeré.

Helena: muchas gracias, Drake. Nada más que no es necesario que me protejas de tu propia familia y mucho menos que te enojes con ellos por mi culpa.

Drake: eso no pasara, si ellos te respetan como mi luna. Pero eso muy pronto lo comprobaremos cuando hayamos bajado de nuestra recámara.

Helena: presiento que mi vida hasta ahora cambiara por completo. Espero un día enamorarte de ti, además si eso llegara a pasar, te pido que nunca me rompas el corazón que es demasiado frágil.

Drake: te prometo que eso jamás pasara. Porque nuestro corazón se convirtió en uno solo y siempre sentiremos de la misma manera.

Helena: pensé que no eras nada romántico. Ahora, me doy cuenta de que lo eres y a simple vista se veía que eras de esas personas que no le gusta demostrar sus sentimientos.

Drake: solamente puede ser de esta manera contigo. Siempre he sido alguien frio y solitario, pero cuando estás conmigo, no puedo dejar de verte y sobre todo quiero vivir para amarte.

Helena: nadie decide de quien enamorarse. Necesito que conquistes mi corazón y estoy completamente segura de que lo lograras muy pronto y tienes que tener mucha paciencia.

Drake: tendré toda la paciencia del mundo con tal de que te enamores de mí. Además, siento que me estas distrayendo para que no te presente con mi familia y de este día no pasara para que lo haga y antes de salir de nuestra recámara quiero darte nuestro primer beso de amor.

El no espera ninguna respuesta y se acerca a ella para besarla de una manera lenta. Drake quería que recordara este beso; como el inicio de su vida juntos. Helena estaba demasiado pensativa cuando él se separa de ella y no sabía cómo reaccionar después de esto

Helena: no puedo creer que me hayas dado un beso, Drake. Porque nadie me había besado antes y tenías que ser precisamente tú el único que lo haría, eso sí que no me lo esperaba.

Drake: muy pronto te acostumbraras a mis besos. Solamente te di una demostración de cuanto te amo, mi hermosa luna.

Helena: de eso me di cuenta perfectamente. Ese beso fue algo hermoso y no puedo evitar decirte que me des otro más, pero debemos de bajar a ver a tu familia.

Drake: tienes razón. Además en otro momento especial lo hare y seguramente mis padres estarán en la sala conversando igual que siempre.

Helena: siento que no es necesario que me presente ante ellos. Nada más que la única que se opondrá a que estemos juntos será tu madre, ella nunca me ha visto con buenos ojos.

Drake: no debes de preocuparte por ella. Porque mientras estemos juntos nadie se atreverá hacerte ningún daño y mucho menos ellos.

Él toma la mano de su luna y sale de su recámara, pero cuando lo hacen bajan las escaleras para poder dirigirse a donde estaban ellos

Federico: ¿Qué haces con tu secretaria en la casa? Pensé que todavía seguías en la empresa y esta sí que es una sorpresa, no entiendo que hacen aquí.

Drake: acaso no lo adivinas, padre. Ella es mi hermosa luna y después de tanto tiempo al fin está a mi lado, no puedo creer que la tenía tan cerca de mí.

Federico: la diosa luna así quiso que sucedieran las cosas entre ustedes y lo único que debemos de hacer es aceptar su decisión.

Mariana: yo jamás aceptare esa unión. Porque mi único hijo, no puede tener como alma gemela a una simple humana y sobre todo fea, así que debes de olvidar esa idea de querer compartir tu vida con ella.

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