Si bien Charlie ya se había acostumbrado al extraño matrimonio de Elaine y Jacob, estar cerca del corazón de la tormenta todavía afectaba sus sentidos… hasta el punto de que se sentía físicamente enfermo.

Por lo tanto, irse de inmediato era su mejor solución.

Sin embargo, una vez que se fue, se dio cuenta de que no tenía a dónde ir.

Campeones Elys estaba bastante lejos y tomaría mucho tiempo.

Cuando comenzó a sentirse aburrido, recordó a Vera por alguna razón y la llamó.

Una vez que Vera contestó, rápidamente preguntó con curiosidad: “¿A qué debo el placer? ¿Almorzar, tal vez?”.

Charlie se rio entre dientes. “Ya que lo has dicho de esa manera... ¡Yo tampoco he comido, así que vayamos a almorzar!”.

Vera se rio entre dientes. “Entonces ven a mi casa. Hace frío afuera y estaba encendiendo una olla caliente. Haré que la Señora Marilyn prepare una porción adicional”.

“¡De acuerdo!”. Charlie aceptó sin dudarlo. “Puedo devolverle el coche también. ¡Solo espera, ya voy para allá!”.

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