A las diez de la mañana, un avión privado convertido de un Boeing 747-8 aterrizó en el Aeropuerto de Aurous.

Una vez que Julien, heredero de la familia Rothschild, y su séquito llegaron, el proceso de aduana se completó lo más rápido posible.

El personal de la familia destinado en Oskia había estado esperando su llegada. Aunque no se sabía cuándo Julien estaría en el poder, para ellos, él era el segundo al mando de la familia, por lo que lo trataban con gran respeto.

Cuando Julien salió del aeropuerto, una caravana de coches Cadillac estaba estacionada afuera.

Todos estos vehículos fueron pedidos por la familia Rothschild a Estados Unidos, presentando los mismos modelos que los utilizados por el presidente. Aunque no parecían tan extravagantes y lujosos como los coches Rolls-Royce, cada uno de estos vehículos cuesta mucho más que un Rolls-Royce Fantasma.

De hecho, las antiguas familias adineradas ya habían dejado de utilizar coches Rolls-Royce hace mucho tiempo.

Hoy en día, las m