Cuando se enfrentaron a la repentina pregunta de Donald, Zeke sonrió levemente antes de decir: “Sr. Webb, es cierto que los tres ya le hemos jurado lealtad a otra persona. Por lo tanto, sería muy difícil para nosotros jurarle lealtad a la familia Webb. Esperamos que comprenda nuestras dificultades y nos perdone...”.

Graham se tocó ligeramente la nariz antes de decir: “Las intenciones del Sr. White también son mis intenciones”.

Donald miró a Albert antes de preguntar: “¿Y usted, Don Albert?”.

Albert sonrió antes de decir: “No soy nadie entre la clase alta, simplemente un jefe mafioso. Sin embargo, a lo que presto mayor atención es a la palabra ‘lealtad’. La persona a la que le he prometido mi fidelidad y lealtad me está tratando muy bien, por lo tanto, no le daré la espalda y depender de otra persona”.

Donald no podía evitar fruncir el ceño en ese momento. No esperaba que los tres tuvieran una actitud tan decidida.

Él realmente no podía entender por qué los tres juraban tanta fidel