En este momento, Antonio y Aman ya no se atrevieron a desafiar a Charlie de ninguna manera. Entonces, inmediatamente siguieron la solicitud de Charlie y dispersaron a sus subordinados y familias. Menos de diez minutos después, todos habían evacuado la Mansión Zano.

Charlie liberó su Reiki para sondear y, al ver que toda la mansión estaba vacía, le indicó a Angus: “Angus, estaciona el coche en la entrada”.

“¡De acuerdo, Señor Wade!”. Angus asintió y salió rápidamente de la bodega.

Charlie luego miró a Antonio y Aman, y dijo calmadamente: “Ustedes dos, levántense y vayan a la entrada”.

Antonio miró su pierna lisiada y se atragantó cuando dijo: “Señor Wade, yo… Yo no puedo caminar…”.

“Así es, Señor Wade…”. Aman también dijo abatido: “Yo tampoco puedo caminar. Mi pierna derecha tiene un dolor insoportable. Ni siquiera puedo pararme…”.

Charlie dijo fríamente: “Uno de ustedes tiene la pierna derecha rota, el otro, la pierna izquierda rota. Pueden apoyarse mutuamente como hermanos ya qu