Mientras el Boeing 777 que llevaba a los tres ancianos todavía volaba sobre el océano, Jacob, quien estaba extremadamente emocionado, se llevó el retrato que le dio Charlie y condujo el Rolls-Royce Cullinan regalado por Kathleen hasta la entrada de la Asociación de Caligrafía y Pintura.

En este momento, el rostro de Jacob estaba lleno de confianza, casi como si acabara de ganar una batalla crucial y estuviera esperando a presumir frente a las otras tropas.

Jacob era algo impopular en la Asociación de Caligrafía y Pintura. La mayoría de la gente allí eran literatos y eruditos. Aunque algunos de ellos carecían de verdadero talento y estaban aquí meramente por el beneficio de la elegancia, al menos sabían lo que significaba ser servil.

Como no tenían habilidades profesionales, habían venido aquí para brindar más espacio para que los profesionales presumieran. A esto se le llamaba ser servil.

Si uno no tenía habilidades profesionales, venía aquí para ser el segundo al mando y solo fing