Fleur estaba incrédula. ¡Después de vivir cuatrocientos años, nunca pensó que volvería a ver el nombre ‘Marcius Stark’! ¡Él era su amo que ya había fallecido hace más de trescientos años!

Ella rápidamente volvió a tomar su teléfono y tocó la notificación con manos temblorosas. El teléfono la redirigió inmediatamente a la aplicación de videos cortos, donde comenzó a reproducirse el video de la Asociación de Caligrafía y Pintura.

En el video, Marcius vestía una túnica mientras estaba parado en el borde de un acantilado con el pelo largo y una barba blanca que ondeaba en el viento, emitiendo un aura extraordinaria que inspiraba asombro.

Fleur instintivamente se tapó la boca y sus ojos se llenaron de miedo. Estaba en estado de pánico mientras murmuraba para sí misma: “¿Cómo pudo aparecer el retrato del Amo en la Colina Aurous? Pero el Amo ha estado ausente por más de trescientos años, entonces, ¡¿quién pintó este retrato de él?!”.

Su corazón parecía ser golpeado por un pesado martillo,