En trescientos años Fleur jamás había sentido tanto miedo como hoy.

Ese extraño sentimiento de miedo surgió en su mente como una inundación, dándole la sensación de estar en un descenso acelerado.

A pesar de vivir por cuatrocientos años y fortalecerse con el tiempo, su coraje parecía disminuir a medida que envejecía. A lo largo de los años, lo que más había temido era dos cosas: envejecer y morir, y que su verdadera identidad quedara expuesta.

Por lo tanto, aunque había muchos miembros en la Sociedad Eliminatoria Qing, muy pocos conocían la verdadera identidad de su líder.

Aparte de los cuatro grandes condes, todos los demás eran miembros de la familia Griffin. Esos miembros de la familia Griffin también eran descendientes de Fleur, y dependían de ella para sus estilos de vida lujosos, por lo que su lealtad hacia ella era extremadamente alta.

En cuanto a los pocos rebeldes en la familia Griffin, Fleur nunca les mostró piedad. Si merecían morir, ella se aseguraba de que así fuera,