En otras palabras, las posiciones en tiempo real de los dos se actualizaban dos veces por segundo en la terminal de monitoreo donde se encontraba el Señor Británico. Además, su sistema de posicionamiento utilizaba los mapas de alta precisión más profesionales disponibles en la actualidad, con un nivel de precisión medido en centímetros y el error real no superaba los diez centímetros.

Cuando el Señor Británico vio el punto rojo del Señor Chardon entrando por la puerta de la villa, le quedó claro que ya había entrado. En ese momento, el Señor Británico también creyó que en apenas unos minutos, los Acker se convertirían en las víctimas del Señor Chardon.

Sin embargo, justo cuando el Señor Británico estaba esperando que el Señor Chardon informara la noticia de su victoria, ¡las dos coordenadas parpadeantes de repente se apagaron por completo! Este repentino giro de los acontecimientos sorprendió al Señor Británico, y sintió un repentino golpe en su corazón.

La extinción de estas coorde