Helena inconscientemente mostró un poco de envidia y desaliento en su expresión cuando escuchó a Charlie mencionar que quería regresar para acompañar a su esposa.

No podía evitar sentirse un poco avergonzada al pensar en lo que acababa de hacer.

Sin embargo, también se sintió agradecida desde el fondo de su corazón por no haber hecho nada demasiado escandaloso hace un momento. De lo contrario, probablemente habría estropeado y eliminado por completo todas las posibilidades que tuviera con Charlie.

Mientras Helena pensaba en esto, asintió muy sencillamente a pesar de que estaba reacia a dejar que Charlie se fuera, y dijo: “Señor Wade, deberíamos bajar a almorzar primero. Haré los arreglos para que el helicóptero esté listo para que podamos regresar a la Ciudad de Oslo después del almuerzo”.

“Está bien”. Charlie asintió levemente y salió de la habitación con Helena.

Mientras Charlie estaba de pie junto a Helena, pudo volver a oler la fragancia de su cuerpo, la cual era la misma que