“No”. Charlie sonrió y dijo: “Se ha preparado una gran cantidad de barro en la bañera. Los dos pueden simplemente cerrar los ojos y descansar al acostarse en él. No se preocupen por el resto”.

“¡De acuerdo!”. Yahiko asintió fuertemente y dijo: “En ese caso, no te haremos perder más el tiempo, Señor Wade. ¡Empecemos ahora mismo!”.

Charlie asintió y dijo con una sonrisa: “Por cierto, Señor Ito, ¿por qué no pides un deseo de cumpleaños ya que hoy es tu cumpleaños?”.

“Bueno…”. Yahiko dijo incómodamente: “Nanako ya me hizo pedir un deseo cuando estaba en el avión camino aquí…”.

Charlie preguntó con una sonrisa: “¿Puedo preguntarte qué tipo de deseo pidió, Señor Ito?”.

Yahiko se rio de sí mismo y dijo: “Para ser honesto, no pedí un deseo en ese momento. Simplemente le seguí la corriente”.

Cuando Nanako escuchó esto, dijo enojada: “¡Padre! ¡¿Cómo puedes engañarte incluso a ti mismo?!”.

“¿Lo hice?”. Yahiko se burló y dijo: “¡Pedir un deseo es solo una formalidad! Si quiero desear la paz