Porter asintió con la cabeza y luego miró al Señor Lanyon mientras le preguntaba: "¿Sabe por qué no permito que los miembros de los Diez Mil Ejércitos usen drogas prohibidas?".

El Señor Lanyon lloró y dijo: "Lo sé... Aunque las drogas prohibidas son de gran ayuda para mejorar la fuerza de una persona en un corto período de tiempo, su esencia es sobredimensionar el potencial del cuerpo humano antes de tiempo. Tiene grandes efectos secundarios en los consumidores. Hay más daños que beneficios, y las pérdidas superan a los beneficios...".

Porter lo miró y señaló con el dedo a Solomon, quien estaba apartado y consumido por el miedo, y volvió a preguntar: "Aunque has sido expulsado por los Diez Mil Ejércitos, al fin y al cabo solías ser miembro de los Diez Mil Ejércitos. Todos los miembros de los Diez Mil Ejércitos deberían estar orgullosos de sí mismos, pero ¡¿por qué te degradaste para trabajar para una basura tan indigna?!".

El Señor Lanyon gritó arrepentido: "Señor, fue solo porque m