Solo Charlie podía escuchar todo lo que estaba ocurriendo afuera de la puerta.

Recordó su experiencia cuando se enfrentó a los ninjas de la familia Fujibayashi en Japón. Podía sentir los movimientos afuera con sus agudos sentidos. Los enemigos afuera estaban utilizando el shuriken como su arma. ¡Era la misma arma que Fujibayashi Aota había utilizado en aquel momento!

Frunció un poco el ceño y se burló con desdén. “Mmm. ¡Son ninjas japoneses!”.

Justo después de eso, agarró silenciosamente la Cuchilla de Alma en su mano.

Quinn escuchó sus murmullos y preguntó sorprendida: “Charlie, ¿de qué estás hablando? ¿Qué ninjas japo…?”.

¡Antes de que pudiera terminar su oración, fue interrumpida por alguien que pateó repentinamente la puerta, abriéndola!

Inmediatamente después, Kazuo dejó entrar a siete ninjas Iga al salón.

Mientras las dos chicas gritaban de miedo, Kazuo le ordenó fríamente al ninja a su lado: “Mata a todos aquí, excepto a las mujeres. No dejes que vi…”.

Kazuo no pudo term