Zachary dijo: “De hecho, conseguí que un estudiante de la Academia de Bellas Artes pintara la versión oskiana de la pintura de Mona Lisa por quinientos dólares la pieza. Por lo general, pido un precio de un poco más de ochenta mil dólares por la pintura en la Calle de Antigüedades, y si logro vender un par así, generalmente no montaría mi puesto hasta dentro de dos meses. También principalmente se debe a que tengo miedo de que la gente venga a buscarme”.

Charlie le preguntó: “¿Cómo sueles lidiar con eso cuando otros vienen a buscarte?”.

Zachary forzó una risa dos veces y luego explicó: “Si vienen a buscarme, seguramente es porque quieren un reembolso. Normalmente, miro a la persona, y si puedo permitirme provocarlo e ir en su contra, lucharía hasta el final. De todos modos, mi principio básico para hacer negocios en la Calle de Antigüedades es nunca dar un reembolso”.

Charlie volvió a preguntar: “¿Entonces qué pasa si no puedes darte el lujo de provocar a la persona?”.

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