Cuando ella vio una figura que entraba rodando en su habitación por sus pies, Sophie también se sorprendió.

Sin embargo, ella no se molestó en mirar al hombre que acababa de rodar por sus pies. En cambio, concentró toda su atención en el rostro de Charlie.

Cuando ella vio que era Charlie quien estaba de pie frente a ella, Sophie sintió como si Charlie la hubiera capturado por completo en este instante. El anhelo que había sentido por él durante tantos días emanó directamente de su corazón mientras las lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos. Inmediatamente después, las lágrimas comenzaron a correr por su rostro.

Ella se arrodilló en el suelo sin pensarlo dos veces mientras se atragantaba y dijo: “¡Gracias, benefactor, por salvarme la vida dos veces! ¡Gracias, benefactor, por salvar a mi hermano! ¡Gracias, benefactor, por salvar a mi madre...!”.

Charlie tenía una mirada indiferente en su rostro mientras señalaba a Sheldon, cuyo rostro ya estaba muy golpeado y dijo con frialdad: “No