Cuando Steven salió corriendo de la sala de estudio, Jaime ya había desaparecido.

Él lo persiguió durante unos cien o doscientos metros. Cuando se dio cuenta de que no tendría la oportunidad de perseguir y traer a su sobrino mayor de vuelta, él decidió dar la vuelta y caminar de regreso.

Steven estaba de muy buen humor en el camino de regreso a la sala de estudio del anciano. En ese momento, no podía evitar pensar para sí mismo: ‘¡Ahh! Realmente tengo muy buena suerte. Solo estaba preocupado por cómo podría desviar la atención del anciano, y ciertamente es una coincidencia muy agradable que Jaime tuviera que venir y enfurecer al anciano en este momento. ¡Ahora que el Viejo Amo Schulz está tan furioso y enojado con él, ciertamente se concentrará en cómo va a lidiar con Jaime y enseñarle una lección, entonces!’.

Steven se sintió extremadamente satisfecho. Después de regresar a la sala de estudio del Viejo Amo Schulz, él tenía una mirada de vergüenza y pena en su rostro mientras decía: