En este momento, Helen y Sophie escucharon un disparo e inmediatamente se dieron cuenta de que algo inusual estaba sucediendo. Helen jaló de Sophie y gritó: "¡Sophie, vámonos!".

Sophie también sabía que algo andaba mal, por lo que siguió a su madre sin dudarlo y salió corriendo.

Sin embargo, justo cuando comenzaron a correr, ellas vieron a muchas personas corriendo como locas en el pasillo mientras trataban de encontrar una salida.

En este mismo momento, Zakir apareció de repente en la entrada del pasillo con una pistola en la mano. Él apuntó con su pistola a un hombre que intentaba frenéticamente escapar. ¡Con un disparo, la parte posterior de la cabeza del hombre se convirtió en una bruma sangrienta!

Como resultado de este disparo, el hombre que había recibido un disparo en la nuca cayó al piso. La multitud entró en pánico en un instante y dejó escapar un fuerte grito desgarrador.

Zakir gritó fríamente: “Escúchenme. Reúnanse en el salón. ¡Ni siquiera piensen en correr!