La desaparición de Edmund y su séquito no causó ninguna sensación en Colina Aurous, que tenía una población de casi 10 millones de personas.

Charlie durmió como un bebé esa noche. Como Elaine estaba a cargo del desayuno, él todavía estaba profundamente dormido en ese momento.

Mientras tanto, Helen conducía sola desde la residencia Dunn hasta la antigua casa de Curtis.

Desde que ella había llegado a Colina Aurous, había estado soñando con Curtis todas las noches, especialmente la noche anterior, donde soñó que se había convertido en la esposa de Curtis y que él la había llevado de Punta Este a Colina Aurous y habían vivido una vida feliz en la casa que estaba a punto de ser subastada.

Era por este sueño que ella no podía evitar acercarse al viejo patio para echarle otro vistazo.

Helen estacionó el coche delante de la entrada, abrió la destartalada puerta de hierro del patio y entró.

En este momento, la imagen de Curtis ocupaba tanto su mente que ella ni siquiera se dio cuenta de q