Una vez que la secretaria terminó su discurso de apertura, la multitud dio una ronda de fuertes aplausos.

Los diez miembros de la junta directiva del Grupo Moore entraron por la puerta lateral uno por uno.

Charlie no conocía a esas personas que entraban por delante a excepción de los dos últimos, que eran Reuben, y su padre, Tyler.

A pesar de entrar de último, el asiento central en el podio estaba vacío y reservado para Tyler.

Después de que él subió al escenario, inmediatamente se sentó en el asiento central.

Justo cuando se sentó, vio a una persona que estaba sentada en el asiento VIP de la primera fila—Charlie.

Al ver a Charlie, Tyler se puso un poco nervioso por dentro, al igual que Reuben.

Como dice el refrán, un ladrón estaba obligado a tener mala conciencia. Tyler también estaba preocupado de que todas sus malas acciones salieran a la luz algún día.

Tenía miedo especialmente de Charlie, porque para él, Charlie representaba la mayor amenaza.

Si algún día sus actos